El impacto del petróleo
En las últimas semanas los mercados de renta fija y variable han vuelto a ponerse en trance de convulsiones. Durante un periodo que, por ahora, no ha sido demasiado largo, el precio de prácticamente todos los activos ha estado bajando. Incluso el de las materias primas se ha visto afectado. La excepción más destacada de comportamiento alcista en los precios la ha tenido el petróleo, que no ha frenado su escalada hasta llegar al entorno de los 40 dólares por barril de brent.
Los mercados se han alarmado por un incremento tan fuerte y han reflejado en su reacción vendedora diferentes temores que van desde la amenaza de escasez de crudo (dado el ritmo al que crece la economía mundial en este momento) hasta la posibilidad de interrupción del suministro desde las fuentes más importantes, por los problemas en el Oriente Próximo.
La subida del precio del petróleo también afecta de manera negativa las expectativas de inflación para los próximos meses, aunque sea éste un temor que suele descartarse de un plumazo por medio de la distinción entre lo que es la cifra del IPC conjunto y la de la inflación subyacente. Este argumento, utilizado para tranquilizarse respecto a un problema muy concreto (que es que no existe una subida de precios generalizada en los diversos sectores de la economía), sirve de poco a la hora de realizar otra constatación: los consumidores terminarán disponiendo de una renta menor si el precio de los combustibles se mantiene o sigue aumentando.
En cualquier caso, conviene situar la evolución de los precios del petróleo en perspectiva. Si se compara su precio actual con el que alcanzó a comienzos de la década de los años ochenta y se hace el ajuste correspondiente a la inflación, la situación no aparenta ser tan complicada, pues en términos reales el precio actual está muy lejos del de 1981.
La evolución de la cotización del petróleo ha sido muy complicada a lo largo de los últimos 40 años. Son bien conocidos los momentos en que los precios se dispararon: los dos shocks energéticos de los años setenta y los dos periodos prebélicos en que volvieron a tensarse al extremo con la Guerra del Golfo en 1990 y el ataque a Irak por parte de la coalición anglonorteamericana en 2003.
Los otros hitos de la evolución del precio del barril de crudo son menos conocidos. Por ejemplo, la creación de la OPEP, que ocurre en 1960, con cinco países fundadores: Arabia Saudí, Venezuela, Irán, Irak y Kuwait, a los que posteriormente se suman Libia, Argelia, Nigeria, Indonesia, además de Emiratos Árabes Unidos y Qatar.
Los precios del barril de petróleo oscilaron entre 2,50 y 3 dólares desde el final de la Segunda Guerra Mundial y hasta principios de los años setenta. Ese rango de precios medido en dólares de 1996 equivale a una fluctuación entre 12 y 15 dólares. Posteriormente, con el embargo a los países que apoyaban a Israel que siguió a la Guerra del Yom Kippur, el precio en dólares corrientes pasó a ser de 12 dólares aunque, tras la revolución iraní (en 1981) aún habría de alcanzar los 35 dólares.
Para que en términos reales los precios del petróleo llegaran a ese nivel tendrían que situarse ahora por encima de los 65 o 70 dólares. El margen, por tanto, hasta llegar a situaciones de verdadero shock es bastante amplio. Entre los operadores del mercado de petróleo es ya habitual comentar que la subida de precios podría llevarlos en los próximos meses hasta 50 dólares.
Curiosamente, los fondos que invierten en acciones de empresas del sector petrolífero no están teniendo unas revalorizaciones espectaculares. Esto es algo normal si se mira la evolución en lo que va de año de los índices que reflejan la evolución de ese tipo de empresas. el Stoxx de Energía sólo ha subido en 2004 un 4,7% (en este índice están desde Repsol YPF y Enagás hasta Cepsa y Royal Dutch). El índice de Lipper para los fondos que invierten en este sector acumula en el año una subida del 5%.
De entre los fondos de estas características (es decir, que invierten primordialmente en empresas de gas y petróleo) que se comercializan en España, destacan por la rentabilidad que acumulan en el año el fondo Invesco GT Energy A con un 11,74% y el Ibercaja Petroquímico con un 5,94%. Revalorizaciones que, si bien no son deslumbrantes, resultan más que apreciables en un momento en el que los diversos índices de Bolsa han perdido o están a punto de perder todo lo ganado en el año 2004.
Análisis. Una historia larga
¦bull; La historia industrial de los precios del petróleo se remonta, como mínimo, a 135 años. La media de los precios del barril para ese período se sitúa algo por encima de los 19 dólares¦bull; La media de los precios de un periodo tan largo está más baja, justo por encima de 15 dólares. Esto significa que, durante la mitad del periodo considerado, el precio del barril fue superior a los 15 dólares.¦bull; En términos reales, el precio del barril no se distancia mucho de lo que ha sido su cotización media a lo largo de las dos últimas décadas.