Preocupación en el G-7

Los responsables económicos del G-7 dejaron meridianamente claro ayer que les preocupa, y mucho, la escalada de los precios del petróleo. Los países más ricos del planeta ya habían avisado hace un mes que el encarecimiento del crudo era una de las mayores amenazas que afronta la economía global. Ayer reclamaron, negro sobre blanco, que los precios 'vuelvan a niveles consistentes con una prosperidad económica sostenible'. Se trata de la primera presión directa del G-7 a la OPEP desde hace casi cuatro años. Pero no está nada claro que vaya a resultar efectiva. Los países productores, reunidos también este fin de semana, mantienen serias discrepancias sobre cuál es el nivel adecuado de precios. La banda de 22 a 28 dólares por barril que servía hasta ahora como referencia es la favorita del G-7, pero algunos países como Venezuela abogan abiertamente por elevarla. Con lo cual parece difícil que el precio baje, al menos a corto plazo.