Una Europa desde el Magreb a Islandia
l Tras la ampliación de la UE, el debate en boga de los círculos comunitarios se centra en los límites geográficos del proyecto de integración política del Viejo Continente. La respuesta parece sencilla: desde Sagres, en Portugal, hasta los Urales. Pero entre uno y otro hay Estados tan difíciles de asimilar como Rusia, o simas geopolíticas como la franja ente el mar Negro y el Caspio (Georgia, Armenia...). Sin embargo, 'la cuestión no es saber dónde estaban las sucesivas fronteras europeas, sino interrogarse sobre el lugar de la UE en el mundo dentro de varias décadas'. El desafío lo ha lanzado un grupo de 'sabios' dirigido por el antiguo ministro francés de Economía, Dominique Strauss-Khan, y formado por personalidades como el Nobel José Saramago; el ex gobernador del Bundesbank, Hans Tietmeyer, o la directora general de operaciones de NH Hoteles, Isabel Aguilera. Para Strauss-Khan, 'la vocación de la UE es reagrupar los territorios que, desde los icebergs del Norte a los desiertos del Sur, rodean al Mediterráneo, que debemos comenzar ya a considerar un mar interior'. Y apostilla: 'Dentro de 50 años, un profesor que explique los grandes bloques (...) no encontrará una tiza tan fina como para delimitar la UE separando las dos orillas de Gibraltar'.