Jazztel diseña otra oferta para eliminar los derechos políticos de los bonistas
Jazztel no ha tardado mucho en idear una nueva oferta para los bonistas. La operadora planteará en las próximas semanas una propuesta a los tenedores de su última deuda en forma de bonos y su prioridad será que renuncien a los derechos políticos que les dan poder decisorio sobre operaciones corporativas en la compañía.
El pasado viernes por la tarde, todavía sorprendidos por el rechazo de los bonistas a su plan de canje de deuda por capital, los responsables de Jazztel acertaron a definir la negativa como el primer paso de un proceso negociador, no como el final del camino. Y ayer por la mañana los directivos de la operadora ya tenían en la cabeza la que será la estructura de la nueva oferta que pondrán encima de la mesa de los tenedores de sus bonos, valorados en 84 millones de euros y que generan un interés del 12% anual.
La primera necesidad de la lista de Jazztel es eliminar los derechos políticos que concedió en su día a los bonistas y que permiten vetar determinadas operaciones corporativas. Los tenedores de la deuda pueden impedir fusiones, entradas en el capital o apelaciones al mercado en busca de fondos, algo que Jazztel tiene entre su principales prioridades.
Con este objetivo, la compañía planteará una propuesta en dos fases, según Christoph Schmid, director general de Desarrollo Corporativo y y secretario del consejo de administración de Jazztel. El primer paso será pedir a los bonistas que renuncien a sus derechos políticos y el segundo será un canje parcial de la deuda. Puesto que en la asamblea de bonistas del viernes pasado lo que hubo fue una división casi al 50%, la empresa de telefonía propondrá una conversión del bono en acciones que no sea total y obligatoria para todos. Así, los tenedores de deuda que quieran títulos cotizados en Bolsa podrán canjear sus bonos, mientras que los que opten por quedarse también podrán hacerlo y con mejores condiciones.
Los problemas en Adatel han penalizado los resultados y restan 2,6 millones a los ingresos y 2 millones al Ebitda
æpermil;sta será la base de la propuesta inicial, que se irá limando en las próximas semanas. La buena noticia es que Jazztel ya sabe quiénes son los bonistas -aunque rehúsa hacerlo público- y 'eso facilita las cosas', explica Schmid.
Los inversores, sin embargo, mantienen su escepticismo. Las acciones intentaron en algún momento de la sesión de ayer corregir parte del desplome del viernes, pero sin ningún éxito. Ganó la presión vendedora y la cotización cayó un 7,14%, también con un volumen disparado. En sólo seis sesiones, la compañía se ha dejado un 21% de su valor.
Vuelta al déficit
Mayo de 2004 no pasará a la historia como uno de los mejores meses de Jazztel. Los bonistas rechazaron su oferta de canje el pasado viernes y ayer la compañía presentó unos resultados en los que vuelve a pérdidas operativas. La culpable es la filial de infraestructuras Adatel que, afectada por el conflicto y la competencia de sus antiguos empleados, ha supuesto una merma de ingresos de 2,6 millones y ha tenido un impacto negativo en el Ebitda de dos millones.
Sin el efecto de esta filial, Jazztel habría registrado números negros operativos por segundo trimestre consecutivo. Pero no ha sido así y el Ebitda ha quedado en pérdidas de 1,5 millones. La operadora, con todo, mantiene su objetivo de que 2004 sea su primer ejercicio completo de rentabilidad.
A la espera de que esta promesa se cumpla, Jazztel cuenta con que la recuperación de Adatel y el desarrollo del negocio de datos le permitan crecer lo calculado. La telefónica prevé una subida de ingresos este año cercana al 10% y confía en alcanzarla. Por ahora, sin embargo, la meta está un poco lejos. La facturación trimestral cayó un 3,7% y eso que ya se ha descontado el efecto en 2003 de la filial portuguesa. La parte positiva es la reducción de las pérdidas, que caen un 20,6% por la contención de los gastos, y el crecimiento de los clientes de acceso directo.