El renacimiento de Nueva York
Hace un año se veían sólo camiones descargando carne en los almacenes del llamado Meetpacking District de Manhattan, la zona de comercio al por mayor de este producto. Pero esto ya es pasado. Los que se ocupan de mover la actividad mercantil hoy en esa zona, en los alrededores de la calle 13 al oeste de la ciudad, son la diseñadora Stella McCartney, su colega Alexander McQueen, la tienda de lencería La Perla, entre otras boutiques para bolsillos sin fondo y el lujoso hotel Gansenvoort, abierto en marzo para quien quiera pasar la noche por 325 dólares como mínimo. O 5.000 dólares si desea dormir en el dúplex de este establecimiento frecuentado por figuras de Hollywood.
La glamourosa revitalización de este vecindario coincide con la salida de la crisis en una ciudad que añadió a la recesión el ataque terrorista. Su corazón financiero, uno de los sectores más importantes para su economía, como afirma Andy Joseph, viceinterventor del Presupuesto de la ciudad, late con fuerza gracias a los beneficios de las empresas de Wall Street, que el año pasado repitieron resultados similares a los de 2000, contrataron más y distribuyeron generosos bonus (unos 10.000 millones de dólares).
Así, vuelve a ser difícil cenar sin reserva en los restaurantes, aunque han abierto muchos y algunos tan caros como el Masa, a 300 dólares por cubierto. En las calles del Meet District y SoHo se ven más Maybachs y Porsches que hace unos meses, las subastas de arte están abarrotadas y la lista de espera de Sally Hershberger, estilista de la actriz Meg Ryan, recientemente trasladada a Nueva York, es larga pese a que la cuenta por el nuevo peinado pueda ascender a 600 dólares (más una propina del 20%).
En la zona suroeste, los arquitectos Meier, Ghery, Foster y Kondylis revitalizan la ribera del río Hudson, que se conoce como la futura nueva Quinta Avenida
Uno de los sectores que más ha ganado con esta recuperación es el inmobiliario. François Roux, vicepresidente de New York Habitat, especializada en el alquiler, asegura que 'la gente quiere volver a vivir y estar en Nueva York'. Roux, cuyo negocio cayó el 75% tras el 11-S, explica que, aunque la recuperación no ha llegado al 100%, 'estamos cerca del nivel de ocupación de 2001'. Los precios no suben tanto porque durante la crisis se mantuvieron en las casi insoportables alturas a las que llegaron justo antes de que vinieran los malos tiempos.
Además, se está revitalizando la zona suroeste de la isla de Manhattan de la mano de afamados arquitectos como Richard Meier, Costas Kondylis, Norman Foster o Frank Ghery. Nicole Kidman y Calvin Klein planean su traslado a esta futura nueva Quinta Avenida en la orilla del río Hudson.
¿Vuelve a ser Nueva York la ciudad de los excesos que el dinero puede comprar? El tiempo lo dirá. Lo que dicen las cifras es que toda esta riqueza y glamour no llega a todos. 'La recuperación es desequilibrada', reconoce Andy Joseph. 'Lo vemos en el Presupuesto, que se recupera después de años malos, pero no es palpable en todos los sectores'. El funcionario es consciente de que los nuevos empleos son de menor calidad que hace años y que la tasa de paro está muy por encima de la nacional, lo que es un lastre para la clase media. Pero, incluso con el realismo de las cifras, Joseph se deja llevar por la energía de la ciudad y cree que la capacidad de adaptación de una Nueva York 'inteligente y diversa' permitirá que siga siendo 'la capital del mundo' que dice que es.