Las empresas no tienen ni prevén tener negocios en la Europa del Este
Los empresarios españoles esperan poco de los diez nuevos socios de la Unión Europea. No tienen ni esperan tener negocios en estos nuevos países con carácter general, y la estimación sobre los efectos económicos para la economía española de la ampliación está muy dividida. æscaron;nicamente Polonia o la República Checa, y a cierta distancia Hungría, despiertan algún interés en el empresariado español consultado por este tercer barómetro empresarial.
La mitad de los consultados cree que las consecuencias para la economía española serán buenas (un 43,5% de las respuestas), y la otra mitad (un 44,5%) opina justamente lo contrario. El comportamiento de las respuestas es bastante homogéneo por sectores, y únicamente las empresas grandes acaparan un porcentaje de respuestas positivas bastante alto, pues supera el 70%; además, sólo el 6,7% de las grandes sociedades (más de 300 trabajadores) estima perjudicial para la economía española la ampliación de la Unión Europea.
Esta generalizada indiferencia sobre la economía de los países del Este europeo se traslada a los negocios que las empresas españolas tienen hoy allí, o esperan para el futuro. De los 400 empresarios consultados, sobre con qué país del Este desarrolla o prevé desarrollar negocios, la respuesta mayoritaria es 'con ninguno'. Y sólo Polonia recoge 7 menciones de negocios actuales, crece a 9 en negocios previstos, y llega hasta 34 en oportunidades que ofrece a los empresarios para el futuro. Tras Polonia se sitúan, pero con unos porcentajes de respuesta realmente insignificantes, la República Checa y Hungría, y siempre más como una expectativa de negocio en el futuro que como depositarios de proyectos actuales de actividad económica.
Explorando un poco las expectativas, son también las grandes empresas las que aprecian mayores oportunidades de actividad en el Este, pero limitadas a los países ya citados, y con la irrupción muy limitada de Eslovenia, generalmente ligada a proyectos de la construcción o los servicios.
En el caso concreto de Polonia, las empresas de tamaño medio son las que más esperanzas tienen depositadas, y por sectores son también los servicios y la construcción los más optimistas. Países como Malta, Lituania, Estonia o Chipre escasamente despiertan la curiosidad económica de algún empresario de los servicios o la construcción.