Boeing hostiga la audacia de Airbus
Airbus atraviesa un buen momento. Al inicio del ensamblaje del A380, el mayor aparato de la historia de la aviación mundial, se ha unido su protagonismo en la feria aeronáutica de Berlín celebrada esta semana, como ya ocurrió en la última edición de Le Bourget en París. æpermil;xitos debidos a la audaz política industrial que el grupo mantiene desde hace años frente a la ortodoxia de la estadounidense Boeing, su mayor competidor. Pero la ventaja que le ha sacado no es sólo de imagen, se refleja también en el liderazgo en el mercado aeronáutico mundial que ratifica la tendencia del cierre del año 2003. En él, la compañía que preside Noël Forgeard ganó, por vez primera, a la americana en entregas de aparatos.
Pero eso es el pasado. El hecho más relevante cara al futuro, según los analistas del sector, es que el temor a que el faraónico proyecto de construcción del superavión A380 arrasase con los resultados económicos de Airbus y de EADS parece despejado. El escenario de rentabilidad para las fuertes inversiones de casi 11.000 millones de euros para desarrollar el A380, que en algún momento parecía inalcanzable, ahora ya es más real. Necesita vender al menos 250 aparatos para alcanzar ese umbral y tiene ya pedidos por 129 aviones y 50 opciones de compra procedentes de 11 aerolíneas. Y sus previsiones apuntan a superar los 200 pedidos firmes en 2006, fecha en la que está prevista la primera entrega a Singapur Airlines.
Y la sensación de triunfo, frente a la estrategia de Boeing que en diez años no ha desarrollado nuevos aparatos, afloraba en las manifestaciones del primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, en Toulouse en la inauguración de la planta de ensamblaje del A380: 'Cuando la industria europea se une se convierte en el referente mundial'.
Un Airbus inaugurará el lunes el servicio de internet en vuelo creado por Boeing
No en vano se trata de la batalla empresarial y tecnológica más importante entre Europa y Estados Unidos. Sin embargo, el gigante estadounidense no podía permanecer indefinidamente en la posición de bloqueo de los últimos años y ha optado por planes como el desarrollo del 7E7 para combatir el liderazgo de su principal competidor. Y pese a que la ortodoxia le sirvió para recuperar el valor en Bolsa, incluso los analistas valoran el cambio de estrategia.
Así un informe de Merrill Lynch señala que el anuncio de que All Nippon Airways adquirirá 50 aparatos del nuevo modelo 7E7, la gran apuesta de futuro en la aviación comercial de Boeing, supone 'un sólido principio para el programa, mientras que otras posibles órdenes adicionales este año podrían revalidar fuertemente el atractivo de la compañía y señalarían la senda de crecimiento de la división de aviones comerciales del grupo'.
Pero la política de contraataque de la empresa estadounidense no se reduce a un nuevo modelo de aeronave frente la amplia familia de aparatos que Airbus ha sacado al mercado en los últimos 20 años.
Boeing se ha embarcado en un proceso de diversificación y ha puesto en liza varios macroproyectos relacionados con la mejora y, en algunos casos, la revolución de aspectos complementarios, aunque vitales, en el negocio de la aviación comercial.
Los dos más importantes son la introducción de internet en los aviones, así como en los sistemas de control de vuelo. También apuesta por la mejora de los programas de predicción meteorológica. En concreto, Lufthansa hará el lunes el primer vuelo en el que se ofrecerá a los pasajeros el servicio de conexión a Internet en vuelo desarrollado por Boeing.
Conceptos distintos de aviación
Las diferencias entre Boeing y Airbus no se reducen únicamente a la estrategia inversora, sino al concepto de aviación que se plasma en el desarrollo de sus aeronaves. Airbus apuesta por el desarrollo de una amplia familia de aviones que van desde el benjamín A318 hasta el supergigante que está por nacer, el A380, un revolucionario aparato cuatrimotor con capacidad para 555 pasajeros, que será adquirido en un 50% por aerolíneas asiáticas. El consorcio asegura que se trata de un modelo silencioso y de bajo consumo de carburantes.Las prioridades de Boeing se han concretado en una estrategia distinta. El gigante estadounidense cree que en el futuro el cliente aéreo va a exigir vuelos sin escalas y con una elevada frecuencia en las principales rutas. Ello anula la operatividad de los superaviones y abre el paso a aparatos algo más rápidos, de bajo consumo, largo alcance una capacidad intermedia. Esto es, su futura aeronave 7E7.