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Secretos de despacho

Juguetes para enredar en Euro World

Todo comenzó como un juego. Fue hace una década y Marco Blaettler, economista nacido en Lugano (Suiza) hace 38 años, director general de Euro World, vive entregado al sector juguetero, cuyas estrellas en estos momentos son el Eco Zoo, unos juguetes de construcción articulada, y el Supermag, un juego magnético para todas las edades. Habla con acento y con la misma fluidez que los italianos. Trabaja en un despacho frente al madrileño parque del Retiro, en un edificio antiguo, de techos altos y decorado en acero y cristal en el que predominan los colores minimalistas. Asegura que la decoración ha sido obra compartida con su esposa y que, al margen de la estética, no puede vivir sin teléfono y ordenador. 'Vendemos nuestros juguetes a más de 30 países y necesito estar permanentemente en contacto con nuestros clientes'. A pesar de que la habitación en la que trabaja no ofrece ninguna señal visible de desorden, confiesa ser una persona que no cuida en exceso este tipo de detalles. 'Sólo necesito encontrar siempre lo que quiero y cuando quiero. Es lo único que pido. Todavía conservo un 2% de mi parte suiza', señala Blaettler, que asegura no ser nada apegado a los objetos materiales.

Para este ejecutivo la clave del éxito de Euro World España, compañía con tres años de vida y que tiene previsto facturar este año 10 millones de euros, está en la calidad del producto, en su política de recursos humanos y en su experiencia como directivo en multinacionales del sector juguetero. 'Lo más importante es la confianza que generas entre los clientes y entre los inversores, sobre todo para una compañía joven que tiene que hacerse con una cuota de mercado'.

Se define a sí mismo como una persona abierta, que ofrece libertad a todos los que trabajan a su lado. 'No miro el día a día, me fijo más en la calidad que en la cantidad. Soy muy exigente, pero con los resultados y porque el mercado así lo requiere'. Que nadie piense que no Marco Blaettler no es considerado con aquellos que trabajan a su lado. Todo lo contrario. Afirma que es de esos ejecutivos que se preocupa por el número de horas que el personal invierte en la compañía. 'Soy de los que obligo a la gente a que se marche a casa. La mayoría está encantada de trabajar aquí porque la remuneración está por encima de la que ofrece el mercado y porque construir algo de cero es muy atractivo'. æpermil;l tampoco sabe las horas que trabaja. No lo calcula porque su objetivo, según cuenta, es conseguir cierta calidad de vida. 'Es importante trabajar sólo las horas que se necesitan porque la creatividad siempre te llega cuando estás fuera del despacho'.

'Soy de los que obligo a la gente a que se marche. Es importante trabajar sólo las horas que se necesitan'

A pesar de que hace años que dejó de enredar con los juguetes lo que si reconoce es tener cierta sensibilidad para captar si un producto, en este caso un juguete, puede tener aceptación entre el público. Y como muestra, a su alrededor guarda sobre su mesa y en otra auxiliar un pequeño repertorio de los juguetes que comercializa. En su maleta, aún cuando va de vacaciones siempre lleva juguetes de Euro World. 'Es lo que más me gusta, comprobar que la gente puede jugar, independientemente de la edad y del lugar en el que se encuentren, y pasar un rato agradable'.

Marco Blaettler tiene siempre, o casi siempre, la puerta de su despacho abierta. 'Soy bastante accesible a todos, pero también la cierro cuando necesito concentración. La gente que trabaja en esta compañía sabe perfectamente cuando puede entrar con sólo verme la cara'. Es de los que da hasta tres oportunidades. 'Consiento hasta dos errores, pero al tercero ya no concedo más confianza. Me gusta la gente fiel y transparente, que se preocupa por lo que hace y se entrega. No me gustan los irresponsables'.

De lo que sí se preocupa, y así lo recalca en el transcurso de la entrevista, es de comunicar la filosofía de la empresa: 'Hacemos y desarrollamos juegos inteligentes, didácticos y de calidad. De manera que el niño cuando tenga nuestros juguetes tenga un producto de calidad. Hay mucho plástico y mucha caja en este sector'. En resumen, lo que se persigue es que el niño utilice la cabeza.

Una foto de Sudáfrica como recuerdo

En una pared guarda como recuerdo una fotografía que hizo en un viaje a Suráfrica. En ella se puede observar a dos miembros de una tribu jugando con unos juegos de imanes, de los que comercializa Euro World. 'Son juegos que se pueden utilizar en cualquier lugar y por todo el mundo. No hay que tener conocimientos especiales para entretenerse con ellos', afirma Blaettler. Siempre viaja con una cometa, ya que es muy aficionado a practicar windsurf. Le gusta la naturaleza y relajarse fuera del trabajo. 'En casa me quedo poco. Prefiero viajar a Tarifa y a África, donde me siento muy libre y donde puedo desarrollar mi creatividad. Las estrategias de la compañía nacen en estos entornos'.

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