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Resultados trimestrales

Telefónica crece un 7,7%, pero el ERE penaliza su resultado

Telefónica ha avanzado mucho en su política de saneamiento y reorganización, pero aún queda camino por recorrer. El recorte de plantilla ha lastrado el beneficio, como también lo ha hecho la compra de más capital de Terra. El contrapeso está en las ventas, que crecen lo suficiente para compensar la limpieza.

La buena noticia es que Telefónica crece a buen ritmo y que lo hace en todas sus filiales, salvo en el negocio de medios. La mala es que la mayor parte de este crecimiento se lo llevan por delante los saneamientos y las reorganizaciones decididas el año pasado.

Dos son las filiales clave que apuntalan la buena evolución orgánica de Telefónica en el primer trimestre: Latinoamérica y Móviles. Y dos son también los lastres que se comen los beneficios de una política más expansiva: el recorte de plantilla en la filial de telefonía fija española y la adquisición de un porcentaje adicional de Terra Lycos.

Esta dualidad parte en dos mitades muy diferenciadas la cuenta de resultados y demuestra que, aunque buena parte de las limpiezas realizadas desde 2002 han dado sus frutos, todavía quedan cosas por hacer.

Los ingresos suben un 7,7%, pero el alza del resultado neto se queda en el 2,7%

El impacto del ERE en el primer trimestre ha sido de 186 millones

Apuesta por el crecimiento. Después de años de contención, Telefónica ha abierto la mano y está impulsando una estrategia expansiva, con más inversiones en negocios o países con potencial, como banda ancha, móvil o México.

A esta política se ha aliado en el primer trimestre el comportamiento menos negativo de las divisas latinoamericanas y ha dado como resultado crecimientos de ingresos en todas las filiales del grupo, salvo en aquellas donde ha habido desinversiones -Antena 3-. Las ventas consolidadas suben un 7,7%, una cifra que es inferior a la del cuarto trimestre del año pasado, pero que supone todo un cambio de tendencia con respecto a los seis trimestres consecutivos de caídas que encadenó la compañía durante 2002 y 2003.

El líder absoluto por crecimiento es Telefónica Móviles, con un alza en la facturación superior al 20%. El negocio de Páginas Amarillas le sigue a escasa distancia y empatada con él se coloca, contra muchos de los pronósticos, Terra Lycos.

Menos gastos de personal. Con política más expansiva o sin ella, Telefónica no ha dejado de controlar los gastos al milímetro. Los más fáciles de acotar, no en vano hay un expediente de regulación de empleo de 15.000 personas en España y otras reducciones en Latinoamérica, son los de personal. La reducción de plantilla iniciada en 2003 empieza a notarse, y Telefónica se ahorra 86 millones por esa vía.

La contención laboral ha permitido que otras partidas de los gastos suban, por la mayor actividad comercial y los costes asociados al renovado espíritu inversor, sin penalizar el resultado total. De esta forma se llega al Ebitda, que con más ingresos y menos gastos sube un 10,4% y aumenta su margen. En el resultado bruto de explotación la clave sigue siendo España, que aporta el 70,8% del total. Latinoamérica pierde peso por las pérdidas de México, pero Brasil lo aumenta al 17,8%.

Frutos del pasado. A partir del Ebitda, Telefónica recoge los frutos de saneamientos pasados. Las amortizaciones bajan y los resultados de empresas asociadas mejoran drásticamente, por la integración de Vía Digital en Sogecable y las menores pérdidas de IPSE y Médi Telecom. También los gastos financieros adelgazan y en parte es gracias a Argentina, donde la revalorización del peso permite apuntarse una ganancia de 19,3 millones.

Llegan los lastres. Las tres últimas partidas que quedan en las cuentas hasta llegar al beneficio neto concentran la peor parte de las cifras de Telefónica. Las pérdidas extraordinarias se disparan y lo hacen porque ahí está incluido el ERE de la filial de telefonía fija española. Hay 2.362 personas que se han apuntado en 2004 y de ellas 672 han causado baja en el primer trimestre. El coste que reflejan las cuentas es de 185,7 millones y es sólo la primera parte de un impacto total este año de 672,5 millones. Es el segundo trimestre que el ERE afecta a los resultados y no será el último.

Pero no sólo el ERE pesa en el beneficio. También cuesta la reestructuración de Lycos y la provisión de 31,4 millones para hacer frente al pleito de Onda Cero con Kiss FM.

Los impuestos tampoco ayudan y menos aún los resultados atribuidos a socios minoritarios. Telefónica ha tenido que devolver 75 millones de beneficio a terceros y parte son por su participación en Terra. Como es mayor, asume más pérdidas y no las devuelve a los demás -lo que supone beneficios para ella-.

Así se llega al beneficio neto, que sube un tímido 2,7%. Pero no todo han sido lastres en esta partida. Latinoamérica, por ejemplo, ha duplicado sus números negros.

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