Cannes celebra los nuevos talentos
El cine festeja una de sus citas más prestigiosas y esperadas. La 57 edición del Festival de Cannes abre hoy con La mala educación, de Pedro Almodóvar. En total, 18 películas en competición del más diverso signo y la proyección de cientos de filmes hasta el 23 de mayo.
Uno de los más exitosos escaparates del cine internacional abre hoy al público con un talante bien distinto del que tradicionalmente ha sido protagonista. Cine para cinéfilos, sí, pero esta vez el abanico se ha abierto a nuevos talentos y a directores y actores que ya son familiares al público, respetando el equilibrio entre la audacia, el descubrimiento y el clasicismo. Almodóvar será uno de los elementos más representativos y esperados de esta renovada 57 edición. Su última película, La mala educación (fuera de competición), abrirá el evento cinematográfico más importante de un país que ha pasado de admirarle a adorarle. Será, además, la primera vez que una película española abra el festival.
En esta edición 'de la diversidad', en palabras de Thierry Frémaux, director artístico del festival, 18 largometrajes compiten por la prestigiosa Palma de Oro, que deberá otorgar un jurado presidido este año por Quentin Tarantino, ganador en 1994 del vistoso galardón por Pulp fiction. El público podrá ver durante el festival su último filme, Kill Bill, volumen 2, estrenado ya. Al menos la mitad de las películas seleccionadas en esta edición provienen de nuevos talentos, directores que sólo han firmado su segunda o tercera película, como la argentina Lucrecia Martel, que compite con su segundo largometraje La niña santa, un retrato de la oligarquía terrateniente coproducido por El Deseo. En la misma categoría competirá 2046, del chino Wong Kar-wai, autor de la historia de amor In the mood for love.
La apuesta por la comedia vendrá de la mano de la película de animación Shrek 2 y del manga (dibujo animado japonés) Inocencia, del japonés Oshii.
El documental ocupará un lugar privilegiado con la proyección Fahrenheit 911, última obra del polémico Michael Moore, cuya distribución ha sido retirada en Estados Unidos por el gigante Disney. Su autor, que ya sembró el desconcierto en su país tras haber filmado Bowling for Colombine -una aguda crítica del empleo de armas en Estados Unidos-, analiza esta vez la gestión política del pos-11 de septiembre. El brasileño Walter Salles (Central do Brasil) protagonizará el apartado de historia política con Diarios de motocicleta, que relata el viaje iniciático del Che Guevara, así como la belleza y los dramas que recorrió en esos años América Latina.
La militante y comprometida Agnès Jaoui desbroza la búsqueda de identidad de un adolescente en Comme une image (Como una imagen) y, fiel a su trayectoria, expresará públicamente su solidaridad con los trabajadores intermitentes del espectáculo, que llevarán a Cannes las reivindicaciones que mantienen hace un año para la eliminación de las nuevas y reductoras normas para cobrar el seguro médico. En una carta hecha pública por Jaoui y el resto de cineastas seleccionados en el festival, parte de la profesión cinematográfica francesa se ha alineado junto a estos profesionales, una especie de temporeros del espectáculo, según la complicada legislación gala.
Un festival cada vez más diverso
El festival acogerá este año 19 nacionalidades cinematográficas, frente a 14 en 2003. Además, se presentarán nueve primeras películas, frente a cinco en 2001.Leonor Watling, Penélope Cruz o Cameron Díaz son algunas de las estrellas presentes en el Festival. Junto a Gael García Bernal (La mala educación), Tom Hanks, Brad Pitt y Eddie Murphy asistirán por primera vez.Películas de autor, dibujos animados, documentales y nuevos talentos representan la diversidad por la que ha apostado el presidente del Festival, Gilles Jacob.La 57 edición cuenta este año con una nueva sección, Cannes Classics, en la que se agrupará el conjunto de películas que ya son patrimonio cinematográfico. Además, también optarán al galardón los filmes procedentes de las escuelas de cine.