Gamesa gana casi la mitad, 57 millones, por los extraordinarios de un año antes
Reducción en su facturación, menor beneficio antes de amortizaciones y rebaja significativa en su resultado neto. Gamesa cerró el primer trimestre de este ejercicio con unos números negros consolidados de 57 millones de euros, un 43% inferior al registrado en el mismo periodo del año anterior en los que consiguió unas importantes plusvalías con la venta de diversos parques eólicos a Iberdrola y a la japonesa Marubeni.
En la información remitida ayer por la empresa al regulador bursátil, asegura que las ventas se reducen un 20% hasta situarlas en 339,5 millones y el Ebitda un 41%, para totalizar 77,5 millones en el primer trimestre de este año.
El objetivo de Gamesa de incrementar su beneficio un 14% este año se puede cumplir. La compañía participada por Corporación IBV, sociedad controlada por el BBVA e Iberdrola, esperar cerrar el año con unos resultados netos de 230 millones como consecuencia de los acuerdos cerrados para la venta de parques eólicos que se irán ejecutando a lo largo del ejercicio.
Así ya en el segundo trimestre de 2004 podrá contabilizar la desinversión en una firma portuguesa, adquirida por Iberdrola, que le han supuesto unos ingresos de 24,77 millones de euros y que le ha significado una importante plusvalía.
La sociedad presidida por Alfonso Basagoiti, aseguró ayer que negocios como la fabricación de estructuras aeronáuticas y las turbinas que equipan los molinos de viento 'han cumplido las expectativas' marcadas en su plan de actividades para el año 2004.
El grupo Gamesa se dedica a la fabricación y al suministro de productos, instalaciones y servicios en los sectores aeronáutico y de energías renovables. Cerró el primer trimestre de este año con una plantilla de 6.948 personas.
Salvedades
El grupo Gamesa, que terminó el ejercicio de 2003 con un beneficio neto de 203 millones de euros, debería haber reducido su beneficio el pasado año en 10 millones de euros, según explican los auditores de la compañía vasca. La firma, con sede en Vitoria, realizó una amortización del fondo de comercio como consecuencia de la compra en 2000 de una compañía, 'que no está basada en la evolución negativa de dicha inversión'.