Una caída anunciada en la Bolsa por los tipos
Desde hace ya casi un año los mercados de renta fija y variable han estado esperando el insidioso momento en el que los tipos de interés de corto plazo empezarían a subir. Pues bien, parece que la subida ya está aquí. O, mejor dicho, a punto de producirse: el último comunicado de la Reserva Federal ha sido interpretado por casi todo el mundo como una manera sutil de comunicar públicamente que las primeras subidas del tipo de los fed funds (que es el tipo de interés del mercado interbancario a un día en los EE UU) pueden producirse en agosto o, incluso, el próximo junio.
Y desde junio del año pasado, lo que viene a querer decir con un año de anticipación, los tipos de medio y largo plazo iniciaron una trayectoria ascendente que se ha exacerbado recientemente con la publicación de los datos de empleo de marzo y, el viernes pasado, de abril.
Lo cierto es que todos los agentes de los mercados de renta fija y variable temían lo que ha sucedido desde el pasado viernes: que se produjeran ventas masivas en el mercado de deuda pública norteamericano. Y que, como consecuencia de la caída en los precios de los bonos, la Bolsa empezara, también, a caer con fuerza. Que es exactamente lo que ha sucedido. Los fondos de renta variable norteamericana salvan su rentabilidad media (4,10%) acumulada en el año gracias al fortalecimiento del dólar frente al euro desde enero.