Las lenguas se desatan en la UE

Nadie podrá reprochar a José Luis Rodríguez Zapatero que en sus escasas semanas como presidente del Gobierno no esté intentado cumplir con sus promesas electorales o las de la sesión de investidura. Pero algunas no dependen sólo de él, sino también del resto de países socios de la UE. Si el 'deseo' de rebajar el IVA a discos y libros hizo enarcar las cejas a la Comisión, la propuesta de que la futura Constitución europea reconozca la existencia de lenguas cooficiales en los Estados miembros que lo soliciten amenaza con desatar una virulenta marejada.

'Es un tema delicadísimo', advierten fuentes diplomáticas en Bruselas, inquietas ante el posible 'efecto de emulación' que puede desatar la petición del Gobierno de que la UE reconozca la existencia del catalán, gallego y vasco. Las polémicas sobre el régimen lingüístico sacuden periódicamente las instituciones europeas y pueden paralizar por meses -o años- iniciativas como la patente comunitaria -todavía bloqueada por los idiomas a emplear-. Sólo cabe esperar que la Constitución europea no se convierta en rehén de ese debate.