Teléfonos que jubilan a la agenda
Así son los últimos teléfonos-agenda. Máquinas multifunción que permiten llevar una parte de la oficina en el bolsillo. Gracias a estos terminales, el profesional nómada que para poco en un mismo sitio puede enviar y recibir fotos, vídeos o mensajes de correo electrónico. O, por ejemplo, reservar un billete de avión, hacer una transferencia bancaria o cerrar una operación financiera.
El objetivo final de estos equipos de bolsillo es sustituir al ordenador portátil y al asistente electrónico (PDA). Conseguir un móvil que nos resuelva cualquier problema profesional sin tener que cargar con otro equipo electrónico. Sólo es preciso sincronizar el teléfono con el PC por la mañana, descargar el correo electrónico y actualizar la agenda del día. Así, en unos minutos estaremos listos para llevarnos el trabajo en el bolsillo, a casa o de viaje.
De momento estos móviles-agenda son equipos muy minoritarios y con vocación claramente profesional. El año pasado se vendieron en España alrededor de 100.000 teléfonos avanzados.
Una cifra que representa, aproximadamente, el 1% del total de móviles vendidos. Sin embargo, poco a poco están subiendo en el mercado empresarial. Las previsiones más conservadoras apuntan que, en el 2006, el porcentaje alcanzará el 3%.
Para Eduardo Fernández, director de desarrollo de negocio de Nokia, 'aunque sofisticados, estos móviles están viviendo su primera infancia. En un futuro cercano habrá novedades encaminadas a mejorar la comunicación con el ordenador, la movilidad, la seguridad y las prestaciones'.
Y es que las grandes firmas de teléfonos móviles, ahora, están aprendiendo de los fabricantes de asistentes electrónicos para mejorar sus terminales, pero, el objetivo final, será quedarse con todo el mercado.
Miguel Rubio, director de marketing de Sony Ericsson, indica que 'estos terminales llegan para sustituir a las agendas electrónicas clásicas. Ofrecen lo mismo que ellas más las prestaciones de cualquier teléfono móvil. Pesan menos, son más manejables y mucho más cómodos. Además, evitan que tengamos que llevar dos equipos encima: la agenda y el móvil'.
Los móviles-agenda suben mientras que los simples asistentes o PDA, bajan. Y esto lo corroboran las cifras de ventas. Según la consultora IDC, el año pasado se vendieron 10,4 millones de asistentes electrónicos en todo el mundo.
Esto supone un 17,9% menos que en el 2002. Y, siempre según IDC, una parte de culpa de esta caída en las ventas de PDA tiene que ver con el lanzamiento de unos teléfonos avanzados cada vez más capaces y operativos.
Ahora, el reto para los fabricantes es seguir evolucionando para realmente ofrecer teléfonos suficientemente versátiles e interesantes para los usuarios profesionales. En contra están los problemas técnicos de acoplar un equipo inteligente y complejo en el mínimo espacio y con el mínimo consumo.
Y, por supuesto, conseguir que se ofrezcan prestaciones autónomas. Unas prestaciones que resulten interesantes al margen de las ofertas de los operadores de telefonía móvil.
No hay que olvidar que, de momento, los operadores españoles, aparte de la voz y del mensaje corto, no han sido capaces de ofrecer servicios móviles suficientemente competitivos, económicos y atractivos para los usuarios.