Los europeos del Este se jubilan antes
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las economías europeas es el elevado gasto público que suponen las pensiones ante el progresivo envejecimiento de la población.
Este problema es aún más acuciante en las economías de los países de Este que acaban de incorporarse a la Unión Europea. Sin embargo, aunque a primera vista los nuevos miembros tengan un volumen de pensionistas, y por tanto de gasto público, mucho más elevado, la solución que pueden aplicar para atajar dicho gasto es más sencilla que la que puedan aplicar países como Alemania o España, con gastos más controlados.
Se trata de una vieja receta: retrasar la edad de jubilación. Los nuevos miembros del Este tienen margen para hacerlo, al tener edades legales de jubilación más tempranas, que rondan los sesenta años, frente a los 65 años de la mayoría de los países de Europa occidental. Los datos de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, que maneja Aon Consulting (filial del principal corredor de seguros del mundo) son decisivos.
'La edad legal de retiro en los países del Este ronda los 60 años'
En todos los países del Este el porcentaje de beneficiarios de pensiones públicas sobre la población activa supera siempre el 40%. Sólo dos países de Europa occidental tienen estos altos niveles de población pensionista: Francia (58%) e Italia (56%) y, por tanto, comparten la urgencia del problema con los nuevos Estados miembros.
Casualmente, estos mayores volúmenes de población pensionista se corresponden con las edades legales de jubilación más tempranas.
Así, en Eslovaquia, con la mayor cantidad relativa de pensionistas (el 63% de la población activa) los trabajadores varones se retiran a los 60 años y las mujeres a los 55. Esto ocurre también en los casos citados de Francia e Italia. Los galos, con el 58% de población pensionista se jubilan a los 60 años.
De ahí que estos países puedan acordar como principal medida para atajar el problema del envejecimiento un retraso en sus edades de jubilación, algo que tendrán más difícil el resto de los países europeos.
Por ello, Aon Consulting alerta sobre el excesivo coste que tendrá mantener el Estado de Bienestar en un futuro y a asegura que 'a largo plazo deberán adoptarse medidas drásticas para reducir el coste de los sistemas públicos de pensiones' en toda Europa.