Resultados de más calidad en Wall Street
Un trimestre más, los resultados empresariales en EE UU siguen deparando alegrías. Las ganancias en el primer trimestre de 2004 de las 397 compañías del índice Standard & Poor's 500 (S&P 500) que habían publicado sus cuentas trimestrales el pasado jueves 29 de abril crecieron de media un 21,9% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Antes del comienzo de la campaña de resultados, el consenso del mercado preveía que el crecimiento de los beneficios se situaría en el 17%. La mayor parte de las sociedades del S&P 500, el 75,3%, ha presentado resultados mejores a lo esperado, el 11,6% lo ha hecho en línea, mientras que el 13,1% de las cuentas de las compañías del índice han estado por debajo de las previsiones recopiladas por Thomson Financial.
En el índice Dow Jones, que incluye a las compañías de mayor capitalización aunque es menos representativo del tejido empresarial estadounidense pues sólo recoge datos de 30 empresas, los beneficios conjuntos han caído un 5,9%. Sin embargo, si en este cálculo se excluyen las cifras de Microsoft, Pzifer y SBC Comunications, cuyos resultados trimestrales han retrocedido con fuerza distorsionando con ello la media, las ganancias habrían subido un 10%.
Los beneficios en el Dow Jones caen un 5,9%. Sin contar a Pfizer, Microsoft y SBC subirían un 10%
Más allá de los beneficios, los expertos destacan el importante repunte que han registrado las ventas, casi un 12% de media, y el resultado de explotación, que hace referencia a la evolución básica del negocio, que crece un 11,28%.
'Los resultados son muy buenos', reconoce José Luis Martínez, economista jefe de Citigroup en España. 'Aunque el recorte de costes sigue contribuyendo bastante en el beneficio final, durante el primer trimestre se aprecia una mayor calidad en las cuentas empresariales puesto que el crecimiento de las ganancias ha venido acompañado de un repunte de las ventas', añade.
Cristina Dávila, analista de Sabadell Banca Privada, comparte esta idea: 'La recuperación de la facturación es un dato muy positivo puesto que proporciona sostenibilidad a los beneficios. La contención de costes tiene un límite. Además, ahora las compañías tienen más capacidad para mejorar los márgenes de los precios'. Otro factor esperanzador, según Dávila, es que las empresas empiezan a romper la cautela generalizada de los últimos trimestres, atreviéndose a dar más previsiones de resultados para los próximos trimestre.
La pregunta que se empiezan a hacer los expertos es si este crecimiento de los beneficios es sostenible en el tiempo, máxime cuando se avecina un cambio en la política monetaria de la Reserva Federal, con la primera subida de tipos de interés.
'Aunque se aprecie un repunte de las ventas, no podemos olvidar que asistimos desde principios de 2003 a un ritmo de crecimiento cercano al tope histórico. Además éste ha sido posible por una coyuntura muy favorable, al partir de niveles muy bajos. Por lo tanto, este crecimiento no se va a poder mantener, sobre todo si se tiene en cuenta que un encarecimiento del precio del dinero restará capacidad a las compañías para recortar gastos', prevé Martínez.
Dentro del S&P 500, los sectores que mejores resultados han obtenido son materias primas, cuyos beneficios han aumentado de media un 109% con respecto a los obtenidos en 2003, tecnologías de la información (76%), consumo discrecional (40,7%) y el sector financiero (26,7%). En este último grupo, las cuentas de los bancos de inversión se han visto impulsadas por el buen tono de la renta variable, así como por el incremento de la actividad de fusiones y adquisiciones.
Por su parte, los peores resultados sectoriales de enero a marzo recaen en las telecos, cuyos beneficios conjuntos retroceden un 9,1% y servicios públicos (las ganancias caen un 0,8%). Las cuentas del sector energético han sido bastante discretas. A pesar del incremento del precio del crudo, los beneficios del sector sólo crecen un 20%.
La mejoría del negocio empresarial y la recuperación económica, lleva a los analistas a pronosticar un incremento en el pago de dividendos por parte de las compañías. 'Las empresas del S&P 500 están rebosantes de efectivo, con 2,15 billones de dólares de caja en el balance, que supone el 21% de la capitalización bursátil, frente a la media del 16% observada desde 1990', según Morgan Stanley. 'Creemos que las sociedades optarán por aumentar los dividendos como fórmula de remunerar dado que, en general, las inversiones están cubiertas ante depreciaciones y hay menos necesidad de realizar adquisiciones', añaden desde el banco de inversión.