El petróleo, el nubarrón más negro
Nuevo récord al alza del precio del petróleo desde hace tres años y medio. El brent, que cerró a 34,68 dólares, llegó a cotizar ayer en Londres en 35 el barril, superando así los niveles alcanzados durante la guerra de Irak. Y, pese a la temporada en el hemisferio occidental (en el que el consumo tiende a la baja, excepto el de gasolinas en Estados Unidos), esas cotizaciones no se ven ahora desde las petroleras como una crisis coyuntural. Ahora se siente que la inflexión no está cercana; y se detecta que los brokers están tomando posiciones no sólo a 32 dólares el barril sino también a 35 dólares, ya que consideran que las perspectivas les aseguran ganancias aún entrando a esos elevados precios.
'Los efectos negativos para la economía de los países consumidores se plasman en el aumento de los costes, aunque no en todos con la misma intensidad, y en el repunte de la inflación', señala Gregorio Izquierdo, director de análisis del Instituto de Estudios Económicos (IEE). 'Como consecuencia se producen mayores tensiones cara al mantenimiento de los tipos de interés y, por tanto, para el crecimiento económico', añade.
Así, en España, como en otros países del área, cada cinco dólares que sube el petróleo impacta en un aumento de tres décimas en la inflación y una reducción anual de una décima del PIB. Tanto el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, como el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, ven en el precio del petróleo el principal riesgo para el objetivo de control de la inflación. 'Los futuros de crudo y del gas natural sugieren que los precios energéticos permanecerán altos y que esto afectará a las decisiones empresariales', subrayó Greenspan esta semana.
Rusia, México y Texas siguen la política de fuerza de la OPEP y venden su crudo a precios récord
¿Y a qué es debida esa tendencia? Por un lado, tanto China como Irak influyen en el alza del crudo. En el caso del gigante asiático, al igual que en otras materias primas, por el espectacular aumento de su demanda, mientras que en el caso de Irak se debe a que no sólo no alcanza la producción de antes de la guerra, sino que los grandes incidentes en sus terminales de exportación tienen un impacto psicológico en la cotización del crudo. Irak, pese a la falta de datos fidedignos (está fuera del sistema de cuota de la OPEP), produce menos de 2 millones de barriles día, por debajo de la era de Sadam Husein.
Además la OPEP mantiene una política de dureza ante la reunión de junio. Su presidente, Purnomo Yusgiantoro, ha anunciado que previsiblemente se optará por aumentar la banda de precios que ya en la práctica esta superada. Y éstos suben, pese a que la recién pactada reducción de la producción, sólo está siendo respetada por Arabia y Argelia. Mientras, las zonas no miembro del cartel (México, Rusia y Texas) aplican la misma política de precios de sus teórico competidores; y en EE UU se ha llegado a temer por el abastecimiento por los bajos stocks.