El bingo llega a Rusia de la mano de una empresa valenciana
El juego es negocio en Rusia. Y donde hay negocio del juego está la empresa valenciana Vaprel, dedicada a la fabricación e instalación de maquinaria para salas de bingo en todo el mundo. Para completar, por tanto, la cadena de consecuencias lógicas, Vaprel acaba de llegar a Rusia. En un país en el que muchas actividades han estado prohibidas durante décadas, poco a poco se van abriendo paso actividades como el juego, al que se le ha dotado de un reglamento que permite sacar de la ilegalidad a las salas de bingo.
El primero de estos bingos legales acaba de abrir sus puertas en Moscú. Se llama Arbat y para su instalación Interlot, la empresa rusa licenciataria del Estado para realizar sorteos de lotería y otros juegos de azar, ha recurrido a Vaprel. 'Hemos firmado un acuerdo a cinco años por el que Vaprel suministrará tanto la maquinaria necesaria para la instalación de las salas como la experiencia que tenemos acumulada en el sector', explica Ramón Aznar, director general de la compañía valenciana, que tuvo que adaptar todo el material propio de una sala de bingo, incluidos los programas informáticos para su gestión, al ruso y, como complejidad especial, al alfabeto cirílico.
Interlot cuenta con unos 90 franquiciados que realizan sorteos de lotería en 80 regiones de Rusia. Serán ellos los que acometan las aperturas en las distintas ciudades del inmenso país. 'Según los cálculos que hemos realizado, del total de franquiciados unos 50 son potenciales clientes por el tamaño y el poder adquisitivo de la zona que abarcan', señala Ramón Aznar. La previsión es que en los próximos dos años, Interlot, que ha creado una filial llamada Lotoclub para esta línea de negocio, abra unas 20 salas de bingo en todo el país. Teniendo en cuenta que el coste de todo el material necesario por sala ronda los 150.000 euros, Vaprel espera facturar en el mercado ruso unos tres millones de euros.
La compañía española prevé facturar en el mercado ruso tres millones, con un coste por sala que ronda los 150.000 euros
El bingo de Moscú funciona, al margen de para su actividad típica, como escaparate para los futuros empresarios. Así, en la última feria del sector del entretenimiento de Rusia, llamada Raapa, el pabellón de Interlot y Vaprel fue uno de los atractivos esenciales. De allí se llevaba en autobuses a los interesados a la sala moscovita para demostrarles las posibilidades del negocio.
En realidad no es que Rusia haya aprobado un reglamento para la apertura de bingos como la que pueda existir en España o Italia. Ha sido Interlot la que ha buscado el resquicio en la legislación del juego para vender este juego como una lotería local, nombre que se usará frente a los sorteos de lotería que realiza en todo el país los sábados por la mañana y que son televisados.
Para Vaprel, que está especializada en este juego -frente a su competencia Cirsa o Franco, que tienen más diversidad de juegos-, la opción de seguir creciendo está en el exterior. Exportan más de la mitad de sus ventas, que en el año 2003 fue de 4,6 millones. Y como en Europa no está regulado el juego en muchos países, hay que buscar negocio fuera. México es un futuro mercado, según Aznar.
Pero de momento es Rusia la que recupera el juego del bingo, puesto que en el año 1990 Moscú cerró la última sala que se recuerda antes de la regulación. Estaba en la Casa de Georgia y los bombos ya eran de Vaprel.