El déficit francés volvió a incumplir el Pacto de Estabilidad en 2003
El déficit público francés fue del 4,1% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2003, tal y como avanzó el diario Le Monde a principios de mes, lo que situó la deuda en el 63,7% del PIB, por primera vez por encima del 60%, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística francés (INSEE). Ambos indicadores están por encima de lo previsto en el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea, que sitúa el límite del déficit en el 3% y el de la deuda, en el 60%.
Los gastos públicos se situaron en el 54,7% del PIB en 2003, frente al 53,6% del año anterior. El déficit público se situó en 64.300 millones de euros en 2003, según la contabilidad europea y en 64.600 millones de euros, según la contabilidad francesa.
El incremento del déficit se explica, sobre todo, por un menor crecimiento de los ingresos, ligado a la coyuntura, frente a unos gastos que se mantuvieron. Los gastos sociales, particularmente los de la Seguridad Social, registraron un fuerte crecimiento, sobre todo en lo que se refiere a los gastos en Sanidad. El déficit del Estado se situó en 61.100 millones de euros, mientras que el déficit de la Seguridad Social fue de 11.100 millones de euros.
Sarkozy reclama mayores poderes
El ministro francés de Economía, Nicolas Sarkozy, ha reclamado hoy para su departamento mayores poderes para el diseño y la gestión de los presupuestos de todos los ministerios de cara precisamente a controlar el gasto público.
"Nuestro déficit y nuestra deuda pública piden una gestión estratégica y transparente a la vez del dinero de los franceses: no hay ministerio propietario de su dinero", señaló en alusión indirecta a la polémica sobre la resistencia de otros departamentos a someterse a un mayor ajuste presupuestario. En un encuentro de expertos, subrayó que el suyo "no puede contentarse a decir 'no' a los gastos que no entran en una partida, debe también tener un papel de proposición. Debe acompañar la política del Gobierno y no frenarla".
Insistió en que las decisiones presupuestarias deben ser asumidas colectivamente en el Gobierno, pero también que "el ministerio de Finanzas tenga un nuevo papel de socio de los ministros a los que se decía derrochadores". Francia "tiene que aprender a contener sus gastos" porque "no podemos seguir acumulando déficit y endeudamiento" y que "todo el mundo puede entender que para su país, como para su familia, no es deseable gastar más de lo que se tiene", señaló Sarkozy.