El Gobierno español arranca mejores condiciones para aceite de oliva y algodón
España consiguió ayer enmendar en parte el fracaso de la pasada semana en las negociaciones comunitarias sobre los subsidios al cultivo del algodón, olivo y tabaco.
El Comité Especial de Agricultura de la Unión Europea, encargado de ajustar técnicamente el acuerdo de los ministros de Agricultura, aceptó ayer ampliar en 20 millones de euros los 1.000 millones en subsidios que recibe anualmente la producción española de aceite de oliva. Los Quince también aceptan elevar de 850 a 1.039 euros la ayuda por hectárea de algodón, a cambio de que España reduzca de 85.000 a 70.000 hectáreas la superficie dedicada a este cultivo. Con lo de ayer, el Gobierno español se a comprometido a variar su voto negativo a la reforma por una abstención.
La madrugada del pasado viernes, tras 20 horas de negociaciones, los ministros cerraron la reforma del aceite, el algodón y el tabaco con el voto en contra de España, Suecia y Dinamarca. Elena Espinosa, que se estrenaba en esta cita como ministra de Agricultura, calificó el acuerdo de claramente insatisfactorio. Espinosa se negó entonces a aceptar los 20 millones de euros adicionales que el comisario de Agricultura, Franz Fischler, ofreció para el sector del aceite. La cifra se encontraba muy lejos de los 120 millones que defendía la delegación española al inicio de la negociación.
Primer productor
España ha logrado ahora mejorar ligeramente el acuerdo, haciendo valer tanto su condición de primer productor de aceite como la velada amenaza de prolongar las negociaciones técnicas más allá del 1 de mayo. A partir de entonces, sería necesario el consenso de los 10 nuevos socios de la UE. El acuerdo alcanzado ayer permitirá cerrar esta semana la reforma de los tres sectores agrícolas y completar así la transformación de la Política Agrícola Común que se inició en 2003. El objetivo de la UE es sustituir el sistema actual de ayudas a la producción por un pago único por explotación, desligado de su rendimiento. Bruselas confía en que, de este modo, los productores se guiarán por las necesidades del mercado y no, como ocurre ahora, por los subsidios disponibles. La reforma se pondrá en marcha en 2006. En el cultivo del tabaco, la UE ofrece un periodo transitorio de cuatro años.