Rojas, 'poeta del aire', recibe el Cervantes
'Poeta buscador que quiere descifrar el significado del mundo' y, 'como Cervantes, de talante ancho, valiente y sencillamente alegre'. æpermil;stas fueron algunas de las muchas palabras de elogio que utilizó don Juan Carlos ayer para referirse al Premio Cervantes 2003, el chileno Gonzalo Rojas (Lebu, 1917).
El Rey, acompañado de Doña Sofía y la ministra de Cultura, Carmen Calvo, impuso la medalla, símbolo del más importante galardón de las letras hispanas, valorado en 90.000 euros. Rojas reconoció ayer ser 'de veras del aire'. De su Arauco natal y del océano aprendió 'a descifrar el portento del lenguaje inagotable del murmullo'.
En el Paraninfo de la Universidad de Alcalá, escenario de la entrega del premio que cumple su vigésimo octava edición, el Rey destacó la forma con que Rojas, a sus 86 años, 'devora el mundo con su mirada insaciable, y luego nos lo describe con el entusiasmo del viajero'.
Es autor de poemarios como Antología del aire (1991), Contra la muerte (1964) o Metamorfosis de lo mismo, antología editada este mismo año. Discípulo de Huidobro, se integró al movimiento surrealista chileno en 1938 a través de la revista Mandrágora, aunque lo abandonaría pronto. A esto se refirió en su discurso, ejemplo de su poesía 'mundana', cuando dijo que 'los mineros del cobre le enseñaron más que el surrealismo'.
Sus palabras en Antología del aire están llenas de esperanza: Del aire soy, del aire, como todo mortal,/del gran vuelo terrible y estoy aquí de paso a las estrellas,/pero vuelvo a decirte que los hombres estamos ya tan cerca los unos de los otros,/que sería un error, si el estallido mismo es un error,/que sería un error el que no nos amáramos.