Negocios al calor de la Feria de Abril
La Feria de Abril, que arranca el lunes y dura siete días con sus correspondientes noches, se vive intensamente por parte de los sevillanos a pesar de que la semana es laborable, pero también es un gran reclamo turístico para los que no viven en la capital andaluza. El requisito inexcusable para propios y ajenos que quieran disfrutar de esta semana de que hay que tener amigos y casetas para no quedar excluidos de esta feria dominada por las casetas privadas, es una de las bazas que explotan las empresas para sacarle al evento sus grandes posibilidades para las relaciones públicas y los negocios.
Lo admite así el presidente de la patronal andaluza, Santiago Herrero, para quien 'la feria es algo más que unos días de sana diversión'. A su juicio, se trata de 'momentos para el diálogo distendido que muchos empresarios aprovechan para agasajar a sus clientes y proveedores, y ser punto de partida para cerrar acuerdos y hacer nuevos negocios, si ello es posible'.
El caso más claro de estrategia de relaciones públicas al calor de la espectacularidad de la primavera sevillana puede encontrarse en Endesa, que dispone de tres casetas, una para empleados de Sevillana, otra para el grupo de empresas y la última para directivos. Es esta última la que concentra todas las recepciones para invitados. Como explica Jesús García Toledo, responsable de comunicación en Andalucía, durante cada jornada se dan copas institucionales para políticos, empresarios o periodistas, además de recepciones especiales para grandes clientes o directivos de fuera de Sevilla.
Por ejemplo, los ejecutivos de Endesa Distribución, filial que tiene sede en Barcelona, celebran excepcionalmente su consejo en Sevilla sólo para no perderse el fin de semana ferial. Corren a cargo de Endesa las suculentas invitaciones en su caseta o el alojamiento, pero también los abonos para los toros en La Maestranza, que quedan a disposición de sus invitados más ilustres.
Fuera de España
También Vodafone, cuya única caseta se llama gráficamente Los del 907, le saca partido a la fiesta. La operadora abre su espacio ferial a sus 4.000 empleados de toda España, pero también se apuntan muchos directivos del grupo del resto de Europa.
Además, las copas, los hoteles, los abonos para los toros o las visitas guiadas por Sevilla que organiza Vodafone para sus invitados más insignes se dirigen también a clientes y distribuidores de toda España y del extranjero. 'Recibimos una media de 30 personas al día, que suelen quedarse dos jornadas', señala el director territorial de Vodafone, Agustín García Gallego. 'Se van tan encantados que suelen volver luego de vacaciones a Sevilla', añade.
Claves para disfrutar de la fiesta
Ir a los torosAsistir a una corrida en La Maestranza es el mejor complemento de la feria. Los abonos para la temporada se cerraron en marzo y los más caros se cotizaron a 2.745 euros para 29 festejos. Todavía es posible lograr localidades sueltas para la feria, aunque las mejores ya cuelgan el no hay billetes. En la reventa una localidad que costaba 115 euros se vende a unos 400.Reservar a tiempoLa afluencia de madrileños a la feria crece cada año, como prueba las escasas plazas disponibles en el AVE. El viernes de feria ya no es posible llegar a la capital andaluza por este medio, pero sí quedan para el sábado. El mismo problema existe en la vuelta: ya no hay asientos para regresar a Madrid el domingo. Los hoteles sí disponen todavía de reservas.NovedadesEste año el Ayuntamiento se ha propuesto por motivos se seguridad fomentar más las jornadas de feria diurnas en detrimento de la noche. Para ello ha adelantado el cierre de las pocas casetas públicas y el apagado del alumbrado.AmpliaciónEl Real, con un millón de metros cuadrados, dispone de 1.025 casetas privadas y sólo 21 públicas. El alcalde pretende acabar con las acusaciones de elitismo aprovechando la ampliación prevista para 2007. Habrá 300 nuevas casetas en el emplazamiento de la Expo y 200 será abiertas. Hasta entonces, hay que buscarse contactos sevillanos.
En negro
Muchas empresas, la mayoría de ellas de fuera de Sevilla, no se resisten a desaprovechar este peculiar instrumento de marketing que es la feria y acuden al llamado mercado negro de casetas. Se calcula que se llegan a pagar hasta 50.000 euros por alquilar clandestinamente una caseta a un titular reconocido por el Ayuntamiento con una licencia.El consistorio sevillano ha redoblado los controles, pero admite que es difícil combatir esta práctica. Un socio está siempre presente en la caseta por si llega una inspección.