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Tribuna
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Liderazgo, crisis y Real Madrid

Aunque sea tópico en este momento, debido a la situación en la que se encuentra la Liga de Fútbol, este tema sí da para una reflexión de la que aprender ciertas cosas.

Vamos a empezar intentando clarificar los conceptos de liderazgo y de crisis. Entendemos por liderar, la capacidad de alguien para influenciar conductas de otros en la consecución de unos objetivos previamente definidos. Entendemos por situaciones críticas aquellas en las que los resultados que se obtienen no son los esperados, y en las que las conductas de los componentes del equipo, se salen de los límites definidos por la organización. Las crisis a veces se toleran si los resultados son satisfactorios, pero si a la vez fallan los resultados esperados y los comportamientos de los componentes del equipo no son los deseados, la crisis estalla.

¿Qué pasa con el Real Madrid?

El éxito de una organización depende del talento, pero éste debe estar cohesionado

Posiblemente se da una confluencia de los dos factores expuestos. Si liderar significa 'influenciar conductas y comportamientos', ¿porqué los de algunos jugadores no son los esperados? La explicación posiblemente esté en que, en la organización del Real Madrid, los diferentes niveles de liderazgo no están lo suficientemente cohesionados, ni tampoco son homogéneos. ¿Lideran de la misma forma el presidente, el director técnico, y el equipo de entrenadores? Posiblemente no. Si a esto le añadimos la capacidad de influencia que tienen los llamados jugadores 'galácticos', nos encontramos con un sistema de liderazgo que no se sostiene. Si todas estas diferentes fuentes de influencia y por consiguiente de poder, no consensúan una estrategia conjunta, y un mismo modelo de conductas a implementar, la crisis está servida, y se da la paradoja, muy frecuente también en organizaciones no deportivas, de que el mejor talento futbolístico del mundo, no es el que da los mejores resultados.

Por otra parte ¿tiene poder de influencia la afición? En cierto modo son los clientes del club, y se están manifestando claramente en contra de los diferentes planteamientos de las distintas jerarquías de liderazgo existente. El control del vestuario es muy importante, pero no suficiente.

A su vez existe otro poder que hay que incluir en el sistema Real Madrid. Nos referimos al poder mediático. Un ejemplo no muy lejano lo tenemos con Van Gaal en Barcelona. Se enfrentó al contexto, especialmente a los medios de comunicación, lo que, además de otras causas, le llevó al fracaso en dos ocasiones. El líder debe tener en cuenta el contexto, y también los distintos grupos de interés, de lo contrario la crisis, entendida como una ruptura de la cohesión de los distintos intereses con capacidad de influencia, se instala en el equipo y en la organización.

Es curioso que otros equipos con menos talento deportivo que el que tiene el Real Madrid, obtengan resultados parecidos. Si profundizamos en el análisis de otros clubs que tienen éxitos deportivos nos encontramos con que existe cohesión entre los diferentes poderes de influencia. Las diferentes jerarquías homogeneizan un sistema de liderazgo, invitan a la afición a ser sujeto activo, y gestionan bien el poder mediático, es decir, gestionan todos los grupos de influencia. El éxito, pues, depende del talento, pero del talento 'cohesionado' por un sistema de liderazgo uniforme que no permite desviaciones de comportamientos y conductas no acordes con los objetivos de la entidad.

El paradigma de la organización deportiva, nos sirve también para ser aplicado al resto de organizaciones. Ciertas empresas tienen dificultades en conseguir los resultados esperados, por no tener una visión compartida entre los distintos estamentos de liderazgo. Se dan demasiados casos de directivos en conflicto, con intereses a veces no sólo distintos, sino incluso contrapuestos, funcionando desde el provecho individual y no del equipo. Todo ello propicia que en muchas ocasiones los resultados sean inferiores al nivel del talento existente.

Aunque la literatura sobre el liderazgo es abundante, quedan todavía muchas facetas por explorar, y vale la pena seguir con ello porque es el factor que más influye en los resultados.

¡Ah, por cierto! ¿Quién va a ganar la Liga este año? Será sin duda aquel equipo cuyo líder sea capaz de conjuntar, en un plan de emergencia entre la afición, los medios de comunicación, las distintas jerarquías del club, y por supuesto el talento de los jugadores, hacia la consecución del mayor número posible de los 15 puntos que todavía están en juego.

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