Slim contraataca a Telefónica con una nueva puja por Embratel
Nuevo capítulo en la encarnizada lucha por hacerse con el control de la operadora brasileña Embratel y esta vez de la mano del magnate mexicano Carlos Slim. El dueño de Telmex se ha rendido a la presión ejercida desde su principal competidor en la puja -un consorcio formado por Telefónica, Telecom Italia y Telemar- y ha elevado el precio de su oferta.
Telmex llegó el mes pasado a un acuerdo con MCI para comprar un 52% de los derechos de voto de Embratel por 360 millones de dólares. Ayer, las dos compañías llegaron a un nuevo pacto por el que Telmex aumenta el precio a 400 millones de dólares.
El objetivo de Slim no es otro que batir la oferta del grupo de Telefónica. Este consorcio ha puesto sobre la mesa más dinero desde el principio, pero MCI eligió la propuesta de Telmex argumentando que la venta de Embratel a tres compañías que ya operaban en Brasil podía tener demasiados problemas regulatorios, lo que ponía en riesgo la operación.
Telefónica y sus socias iniciaron primero una estrategia de críticas, pero enseguida pasaron a la acción y plantearon tres nuevas ofertas.
La primera proponía mantener el mismo precio máximo de venta -550 millones de dólares-, pero con un pago garantizado de 50 millones. La segunda elevó este desembolso fijo, que se abonará incluso si las autoridades reguladoras abortan la compra, a 360 millones de dólares, el mismo precio que en total pagaría Telmex. La tercer revisión también tuvo como epicentro el pago garantizado. Telefónica y su grupo están dispuestas a pagar 396 millones de dólares por Embratel tanto si finalmente se la llevan como si no. Si todo sale bien, pagarían en total 550 millones.
Ha sido esta última oferta la que ha obligado a reaccionar a Telmex. El tribunal de la suspensión de pagos de MCI tendrá que dar su veredicto el próximo 27 y la estadounidense tendría difícil de explicar por qué eligió la propuesta más baja.