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CincoSentidos

Madrid y París, unidas por la ópera

Gerard Mortier, director delegado de la âpera Nacional de París, está considerado uno de los más dinámicos y revolucionarios programadores musicales de la actualidad. Después de haber estado al frente del Teatro de la Moneda de Bruselas y del Festival de Salzburgo, Mortier regresa a la capital francesa para dirigir la âpera de París -Palais Garnier y Teatro de la Bastilla-. El programa que ha diseñado para la temporada 2004-2005 incluye dos coproducciones con el Teatro Real de Madrid, en cuya sala de actividades culturales presentó ayer la programación 2004-2005.

Mortier gestiona un teatro que define como un 'instrumento valioso, que funciona muy bien', con 350 espectáculos al año, 800.000 espectadores, 1.400 trabajadores y un presupuesto de 150 millones de euros, de los que 100 millones son aportados por el Estado. Ayer en Madrid, defendió la colaboración entre los grandes teatros de la ópera. 'Es fundamental que las grandes óperas de Europa tengan una proyección conjunta'. No se trata de intercambiar trajes o decorados, 'sino de trabajar juntos'. La idea es que el público de París y Madrid tenga oportunidad de ver la misma ópera, con el mismo director musical y de escena, apunta Emilio Sagi, director artístico del Teatro Real.

Con estos planteamientos, los teatros de la ópera de París y Madrid han producido De la Maison des morts, de Leos Janácek, con dirección musical de Marc Albrecht, puesta en escena de Klaus Michael Grüber y decorados del pintor Eduardo Arroyo, y Die Zauberflöte (La flauta mágica) de Mozart, con dirección musical de Marc Minkowski, puesta en escena de La Fura dels Baus y decorados y vestuario de Jaume Plensa. La primera llegará al Teatro de la Bastilla en mayo y junio de 2005 y la segunda, en enero y febrero del próximo año (en julio en el Teatro Real).

El director de la âpera de París quiere que Almodóvar dirija un proyecto nuevo

Sin olvidar el ballet. Mortier anunció una colaboración nueva en los cuerpos de danza. El montaje, cuya traducción sería Las joyas, integraría el repertorio de los ballets más importantes del siglo XIX con los más recientes, apuntó el director de la âpera de París.

Además, los teatros están trabajando en una tercera colaboración, la ópera Cardillac, de Paul Hindemith.

Mortier, que compatibilizará este cargo con la dirección de la Ruhrtriennale (festival que creó e inauguró en 2002 con el fin de recuperar y dinamizar antiguos espacios industriales en la Cuenca del Ruhr), no descarta en el futuro emprender un proyecto conjunto en el que interviniese Pedro Almodóvar, del que el gestor dice 'es como Verdi', porque sus obras representan grandes sentimientos populares, que todo el mundo entiende. Al realizador manchego, Mortier no le encargaría el montaje de La Traviata, pero sí un gran proyecto que podría interesar a otros teatros de Europa. 'Lo interesante sería pedirle que haga un script con composiciones que él pudiera escoger, por ejemplo de Veloso o de otros compositores nuevos'.

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