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Distribución

Los híper entran de lleno en la acción social

Las campañas solidarias, de ayuda humanitaria y asistencia social, son los ejes sobre los que gira la acción social de las grandes compañías de distribución. Y es que los hipermercados han tomado conciencia de la importancia que tiene este tipo de iniciativas y han intensificado sus actividades en esta línea. Alcampo destinó más de 1,1 millones de euros el año pasado a acción social; Eroski acaba de publicar la primera Memoria de Sostenibilidad del sector, y Carrefour, a través de su fundación, tiene un presupuesto de 600.000 euros para desarrollar un programa de colaboración y apoyo a sectores desfavorecidos.

Aunque todavía quedan lagunas, las grandes superficies están apostando cada vez más por un acercamiento hacia el cliente que se materializa, básicamente, en dos líneas de actuación. Por una parte, la colaboración con la sociedad del entorno cercano (acuerdos con asociaciones locales, apoyo a colectivos desfavorecidos, información y formación sobre la ética del consumo) y, por otra parte, la implicación del cliente en programas solidarios o de cooperación internacional a través de iniciativas que pone en marcha la propia compañía en asociación con una ONG.

Una nota común a todos los grupos de distribución es el creciente número de iniciativas promovidas en colaboración con entidades sin animo de lucro. Alcampo, por ejemplo, ha emprendido acciones junto a las fundaciones Save the Children, Intervida, IUVE y Crecer Jugando dentro de su política dirigida a la mejora de las condiciones de vida y desarrollo de los niños, dando prioridad a aquellas organizaciones sin ánimo de lucro que tienen como objeto social la protección y desarrollo de la infancia.

También la Fundación Solidaridad Carrefour tiene acuerdos con varias organizaciones, entre ellas Cruz Roja con quien ha establecido un dispositivo de emergencia para distribuir alimentos de forma gratuita a la población afectada en caso de catástrofes. En virtud de ello, fue quien suministró comida y bebida a los efectivos involucrados en las tareas del pasado 11-M. También colabora con la Fundación Síndrome de Down, la ONCE y el Banco de Alimentos.

Eroski ha firmado convenios con Intermon-Oxfam, Médicos sin Fronteras, Unicef y Entreculturas, además de financiar diferentes proyectos de cooperación internacional: un fondo de microcréditos en la India junto a la Fundación Vicente Ferrer, la formación de campesinas en Chile con Intered, un boletín sobre comercio justo con Setem y el apoyo a la creación de cooperativas en Kenia junto a Cruz Roja, entre otras.

Parte de las iniciativas que se realizan en colaboración con alguna de estas ONG forman parte de la política de sensibilización hacia el consumidor comprometido. 'Se trata de convertirnos en catalizadores para la solidaridad de los clientes y de estimular la motivación de los empleados. Destinamos nuestros recursos a la gestión de la solidaridad', señala Guillermo de Rueda, responsable de la Fundación Solidaridad Carrefour.

Pero frente a la política de esta entidad que está enfocada únicamente a la acción social, Eroski presenta un abanico mucho más amplio como refleja la Memoria de Sostenibilidad que acaba de publicar. El gobierno corporativo, el medio ambiente y la acción social son sus tres ejes de actuación. 'Para nosotros la responsabilidad corporativa es un elemento fundamental inherente a la propia empresa por eso dedicamos a este capítulo el 10% de los beneficios netos; este año supondrá más de seis millones de euros', señala Arantxa Lascurain, directora de la Fundación Grupo Eroski y responsable máxima de la responsabilidad social de la empresa. No obstante, su elemento diferenciador, según Lascurain es 'el esfuerzo que realizamos en informar y formar al consumidor'.

Proyectos:Más coincidencias que diferencias

La inserción social es uno de los retos que los híper afrontan con mejor resultado. Alcampo presta especial atención a las personas en riesgo de exclusión por razones físicas, sociales o culturales (discapacitados, víctimas de la violencia, inmigrantes); tiene acuerdos con la ONCE, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Asociación para el Síndrome de Down. Prácticamente las mismas organizaciones con las que colaboran el resto de sus competidores. Carrefour, además, tiene un programa de inserción de personas en riesgo de exclusión (ex presidiarios, ex drogadictos o ex prostitutas) de cuya identidad no se informa ni siquiera al director del centro.La donación de alimentos y productos es otra de las actividades en las que suelen coincidir este tipo de compañías. El Banco de Alimentos orquesta acciones de recogida de productos en las diferentes compañías. Del total de 125.901 kilos recogidos durante 2002 en los centros de Eroski, 30.476 kilos fueron aportados por el grupo; los alimentos donados se imputan en la cuenta de resultados de cada centro como gasto. Carrefour entregó en 2003 un total de 684.171 kilos con un valor estimado de 875.739 euros, entre la contribución de los clientes y lo que donó la empresa. Los clientes de Alcampo aportaron a través de las diferentes campañas solidarias, de ayuda humanitaria y asistencia social, el equivalente a 442.400 euros.Los empleados son uno de los puntos fuertes ya que ellos participan en muchas de las iniciativas solidarias que desarrollan las empresas. En el caso de Eroski forma parte de la esencia de la compañía ya que todos sus trabajadores son accionistas. En Carrefour, la plantilla elige a las ONG que se financian.

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