Oportunidades del nuevo mapa de Europa
Con la caída del muro de Berlín en 1989 la Europa salida de Yalta quedó desdibujada. El mundo heredado de la guerra fría perdió su bipolar razón de ser. El Este se movió al Centro y el Centro al Este. Los nuevos estadistas resurgidos de la clandestinidad se pusieron a desmontar el malogrado Estado transitorio intentando cruzar la falta de oferta con el exceso de demanda. En casos, el pluralismo fue cacofónico.
Después de una primera oleada de inversiones en los países de Europa Central y Oriental (Pecos), fue cuando algunos se empezaron a dar cuenta de que no se trataba de otro grupo de mercados emergentes. Por razones históricas, geográficas, culturales y políticas, las del Centro y Este europeo serían economías convergentes. Fue el principio de la ampliación europea más importante de la historia, que algunos elevan a rango de reunificación.
La particularidad de esta ampliación consiste en la diferencia de potencial económico, mayor que nunca, tanto entre los miembros de la UE y los candidatos, como entre éstos (la diferencia entre Eslovenia y Lituania, en términos de renta es de tres veces).
En un mercado único y global, de productos prácticamente homogéneos y en libre circulación, la competitividad sólo se mantiene innovando o reduciendo drásticamente costes de producción. Teniendo en cuenta que cada vez más empresas trabajan en mercados maduros, tanto geográficamente, como en producto, su influencia para fijar precios es muy limitada, y queda la política de reducción de costes como principal táctica para aumentar el beneficio. Ello explica la problemática de la deslocalización industrial hacia los Pecos.
Estos ofrecen una configuración favorable de las cuatro variables del llamado diamante o póquer de Porter: dotación y condiciones de los factores productivos; condiciones de la demanda; estrategia, estructura y competencia entre las empresas, y sectores afines o auxiliares.
La existencia de infraestructuras productivas de buena calidad y mano de obra altamente cualificada pero mucho más barata que en el resto de Europa hace que en las tareas trabajo-intensivas los Pecos sean muy interesantes (primera variable). Además, dada su ubicación, en el cruce de caminos entre oriente y occidente y muy cerca de los mercados habituales, la situación respecto de la demanda resulta igualmente favorable (segunda variable).
Parece también que ya se puede hablar de una masa crítica necesaria para la producción en determinados sectores dependientes de sus industrias auxiliares (en automoción hay una especie de cluster que abarca la zona sur de Polonia, noreste de la República Checa y noroeste de Eslovaquia), pudiéndose dar las llamadas economías de aglomeración (tercera variable). Finalmente, está el planteamiento estratégico y la estructura competitiva de las industrias, orientados al aumento del beneficio mediante la reducción de costes de producción (última variable). Desde el punto de vista jurídico, los ordenamientos de los 10 candidatos habrán de acoger todo el acervo comunitario (menos las materias en periodo transitorio) antes del 1 de mayo, garantizándose así la homogeneidad de la regulación en toda la UE.
¿Qué implicarán estos fenómenos para España? Probablemente se vea progresivamente eclipsada como receptor de inversión directa extranjera (como de fondos estructurales y de cohesión), con lo que habremos de reforzar los factores de base de la productividad, implementando modelos basados en el conocimiento, la innovación y reforzando las habilidades directivas. Pero a la vez, la ampliación es una gran oportunidad para abrir nuevos mercados (la población de la Unión crecerá en un 20%) y un desafío para el replanteamiento de las estrategias de internacionalización. ¡El juego de las cuatro variables de Porter puede favorecer también a las empresas españolas en su expansión! El efecto locomotora de las multinacionales que desplazan sus centros de producción hacia los Pecos permite a las empresas auxiliares que las sigan mantener los mismos esquemas de procesos productivos.
Es el momento de un sereno análisis de las oportunidades de que ofrece la ampliación, desplegando sin complejos ni miedo el nuevo mapa del Viejo Continente.