Los parlamentarios se aferran al acta
La formación de equipos para los ministerios no le está resultando al PSOE tan fácil como en 1982. Al menos, en lo que a secretarios y directores generales se refiere. La razón no es otra que el miedo a la precariedad laboral. La ley obliga a los cargos inferiores a secretario de Estado a renunciar al acta de diputado, si la tienen. Por ello, y visto lo visto, hay quien se está pensando dos veces si dejar un puesto seguro de cuatro años como diputado o senador, fácilmente prorrogable a ocho años, por un cargo en la Administración, en el que nadie garantiza la permanencia y que, además, requiere mucha mayor dedicación.
Otra baja en Bruselas. Romano Prodi está a punto de sufrir la cuarta baja en su diezmada Comisión. Tras el abandono prematuro de Pedro Solbes, Anna Diamantopoulou y Michel Barnier, el finlandés Erkki Liikanen también se dispone a regresar a su país. El comisario de Sociedad de la Información ha sido elegido gobernador del Banco de Finlandia, para lo que sólo resta la confirmación del presidente del país. Bruselas minimiza el impacto y recuerda que la Comisión no es un Gobierno, sino una institución.