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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Estar en misa y repicando

Ahora resulta que es malo que los tipos de interés en Estados Unidos suban. Pero es bueno que la economía marche bien. Quizá a nadie se le haya pasado por la cabeza que no se pueden mantener tipos de interés reales bajo cero a no ser que haya riesgos reales de deflación. Porque es ésa, y no otra, la razón por la que la Fed regala el dinero. Así que el inversor debería congratularse de que el perfil de los tipos de interés, al menos en Estados Unidos, sea alcista.

No ocurre así. La perspectiva de tipos más altos produce alguna que otra urticaria. 'Es que el buen escenario económico ya está descontado por las cotizaciones actuales'. Así reza la cantinela oficial del analista. Resulta, pues, que los expertos que predicen el comportamiento de las Bolsas son bastante más listos que los que se dedican a los tipos de interés. Se han adelantado varios meses más al escenario macroeconómico.

Una hipótesis poco verosímil. El mercado, en realidad, se encontraba cómodo en la situación de los últimos meses. La Bolsa al alza porque la economía tiraba, pero tipos de interés reales negativos. En misa y repicando. Y tan a gusto.

Partiendo del hecho de que los bolsistas no se han caído de un guindo, la única explicación posible es que, en realidad, lo de la recuperación seria, sólida y sostenida tenía algo de realidad, pero también ciertas dosis de voluntarismo. Un voluntarismo que, todo sea dicho, es prácticamente obligación en un contexto en el que las alternativas de inversión a la Bolsa son inexistentes. Dado que no se puede hacer casi nada con el dinero, se asume la teoría más optimista con la esperanza de que se cumpla. Y una vez que esto parece verosímil, se le buscan las vueltas a este nuevo escenario.

Las dos opciones del inversor eran, pues, vender porque los buenos datos indican subidas de tipos o vender más porque los citados datos resultan negativos. Por lo tanto, las señales de bajada de tipos deben ser bien recibidas por aquellos que invierten a plazos superiores a 15 días. Aunque de ésos cada vez quedan menos sobre los parqués.

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