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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El crudo añade incertidumbre

El encarecimiento del petróleo, que se acerca a máximos históricos -el barril de brent se pagó ayer a 33,5 dólares-, se está convirtiendo en una incertidumbre de primer orden en un marco económico internacional ya de por sí plagado de incógnitas.

En el ámbito geopolítico, era sólo cuestión de tiempo que el agravamiento del conflicto de Irak, cada vez más cerca de un callejón sin salida, repercutiera al alza en el precio del crudo. Y no sólo por aplazarse la vuelta al mercado de la producción de un país con capacidad para ser el segundo extractor mundial, tras Arabia Saudí. La inseguridad en el área es hoy mucho mayor que antes de la Guerra de Irak y se proyecta a otras regiones mediante el terrorismo y, en los últimos días, los secuestros. Ayer mismo, varios países, con Alemania y Francia a la cabeza, pidieron a sus ciudadanos que abandonen Irak.

La disparada demanda de China, que ya se ha convertido en el segundo consumidor mundial de petróleo, unida al aumento de consumo previsto en los meses de verano en EE UU son los otros dos factores que empujan al alza, especialmente tras la entrada en vigor del recorte de producción decretado por la OPEP desde el pasado 1 de abril. Cierto es que la OPEP no busca subir el precio, sino evitar un choque por una caída brusca, pero su decisión 'no podía llegar en peor momento', en palabras del secretario del Tesoro de EE UU.

En clave europea, la situación no es mejor. La economía se recupera en la UE con más lentitud que en otras áreas, pero hasta ahora contaba con un colchón positivo frente al encarecimiento del crudo: la apreciación del euro. Si éste, como ocurrió ayer al conocerse la mejora del consumo en EE UU, pierde fortaleza frente al dólar, aumenta la lista de riesgos para la UE.

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