El familiar de Volvo
Como sucede en el caso de la flamante berlina de cuatro puertas S40, el V50 adopta la nueva base multimarca del grupo Ford, una plataforma de la que también se sirven los Ford Focus C-Max, el inminente Focus II y el Mazda3, en sus dos carrocerías -cuatro y cinco puertas-. Se trata de una base que permite un ligero incremento en habitabilidad, pero que, además, garantiza un excelente compromiso entre confort y estabilidad.
Su carrocería es muy versátil, y no sólo desde una perspectiva familiar. Por ejemplo, los amantes de aficiones como el ciclismo, la pesca o la caza encontrarán en su portón trasero, y lógicamente en el amplio y diáfano espacio de carga, aliados de primera. En este sentido, la butaca trasera se abate en secciones asimétricas, por lo que el volumen básico del maletero -completamente enmoquetado-, de 417 litros, evoluciona a 717, o bien hasta 1.307, con sólo dos ocupantes a bordo y en función de necesidades.
El puesto de conducción, simétrico al del S40 y con muy buena visibilidad hacia cualquier ángulo, está dotado de reglajes de asiento y volante en altura y profundidad. Está dispuesto con lógica intuitiva, lo que permite acceder a cualquier mando o pulsador sin apenas desviar la atención de la calzada.
Al contrario de lo que sucede con los S80, XC90 y S60/V70, que exhiben una consola muy similar, el V50 adopta un salpicadero exclusivo, de corte simétrico -con funciones agrupadas- y diseño minimalista, sobre todo por la aplicación de una decoración de tipo aluminio y un esbelto soporte vertical, que deja tras de sí un hueco porta objetos. Todas las plazas gozan de reposacabezas y cinturón de seguridad de triple anclaje, y los asientos son firmes y envolventes. El equipo de serie es completo, con cuatro elevalunas eléctricos, sistema de audio o climatizador automático.
Más exhaustivo resulta el compendio de seguridad, puesto que en la gama al completo disfruta de dispositivos como el control de estabilidad ESP y el antibloqueo de frenos ABS, los airbags frontales, delanteros laterales y de cortinilla, para la protección de la cabeza.
En lo mecánico, el V50 se ofrece con mecánicas de gasolina y de gasóleo. Entre las primeras -todas de cinco cilindros- hay un 2.4 de 140 CV, un 2.4i de 170 y un potente T5 sobrealimentado, de 220 CV. Más interesante es si cabe la, por el momento, única alternativa de gasóleo. Se trata de un propulsor de cuatro cilindros, con inyección common-rail II y turbo, que rinde 136 CV y no gasta más que 5,7 l/100 km.
Más adelante, está previsto que el V50 se ofrezca también con mecánicas de gasolina de 1.8 litros y de gasóleo 1.6, en este caso de 110 CV. La gama arranca en los 26.100 euros del 2.4 y llega a los 36.650 del T5. El diésel cuesta 27.270 euros.