La fortuna del fundador de Ikea supera a la de Gates
Bill Gates, considerado hasta ahora como el hombre más rico del mundo, acaba de perder esta posición en beneficio de otro empresario, menos conocido por la opinión pública, pero creador, igualmente, de un gran imperio de ámbito internacional. Se trata de Ingvar Kamprad, el fundador de la cadena sueca de tiendas de muebles y decoración Ikea. Según la revista de negocios Veckans Affaerer, la fortuna de Kamprad está valorada en unos 400.000 millones de coronas suecas (53.260 millones de dólares, 43.200 millones de euros). Esto hace que el empresario sueco supere al estadounidense Bill Gates, fundador de Microsoft, cuya riqueza está valorada en unos 47.000 millones de dólares, según la revista Forbes.
Este ascenso se debe a las fluctuaciones y al cambio monetario, ya que al fortalecimiento de la corona sueca se suma la depreciación del dólar estadounidense, lo que sitúa a Kamprad en el número uno de los hombres más ricos del planeta.
Según la responsable de comunicación de Ikea, Marianne Barner, la noticia no es exacta, ya que el propietario de la cadena de tiendas de muebles no es Kamprad, sino una fundación con sede en Holanda y que es la tenedora de todos esos activos valorados en 400.000 millones de coronas. No obstante, Bill Gates también creó una fundación a la que cedió parte de la fortuna que ha obtenido con Microsoft.
El fundador de Ikea, que inició su actividad empresarial cuando tenía 17 años, es conocido por sus hábitos frugales, como volar en clase económica, alojarse en hoteles de categoría media y evitar el lujo y el protagonismo personal. Ahora vive en Suiza y ya no interviene en la gestión de la compañía, aunque ha mantenido la propiedad en manos de la familia, principalmente sus tres hijos, Peter, Jonas y Matthias, a quienes cedió el poder en agosto de 2002.
En 1982, Kamprad creó una fundación Ikea en Holanda a la que luego donó el consorcio empresarial y, más tarde constituyó otra fundación en Suiza. A través de una compleja maraña organizativa, el empresario controla Ikea, impide su compra por sus competidores o la venta por parte de sus hijos y asegura la supervivencia del grupo.
El consorcio, que actualmente cuenta con 188 establecimientos repartidos por casi 40 países, abrió su primera tienda de muebles en 1953, en la localidad de Älmhuit. Esto supuso un cambio importante en el concepto de negocio ya que ahora los clientes podían ver y tocar los muebles antes de pedirlos.
A partir de 1955 Ikea comienza a diseñar sus propios modelos buscando los mejores precios para muebles funcionales, fácilmente transportables y sencillos de montar e instalar. A mediados de los sesenta inaugura su primera tienda en Estocolmo, un auténtico hito en la historia de la compañía, ya que su diseño circular está inspirado en el Museo Guggenheim de Nueva York. A partir de 1973 se inicia la expansión fuera de Escandinavia con un establecimiento en Suiza.
El joven que quiso recordar su granja natal
Ingvar Kamprad, que ahora tiene 77 años, inició su actividad empresarial en 1943 cuando era un adolescente y su padre le hizo un regalo por sacar buenas notas. Cuenta la leyenda que Ingvar utilizó este regalo para establecer su propio negocio en el que al principio vendía bolígrafos, billeteras, relojes, medias de nailon y pequeña joyería, a través de anuncios en periódicos locales y reparto a domicilio. El nombre de Ikea lo formó con las primeras letras de su nombre, más las de Elmtaryd y Agunnaryd, la granja y el pueblo en los que se crió.