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CincoSentidos

Las rutas de Iberia marcan el destino de la solidaridad

Cuando realice un vuelo intercontinental con Iberia puede estar seguro de que en la maleta de alguno de los tripulantes que le atienden y en la bodega del avión viaja una carga especial. Tal vez sean medicinas, equipos hospitalarios, libros de texto, ropa, alimentos. Su destino es solidario y, tal vez antes de que usted haya llegado al hotel, esta mercancía estará en manos de su destinatario: uno de los 30 proyectos que la ONG de los empleados de Iberia ha ayudado a poner en marcha en América Latina, África y en la propia España.

Mano a mano nació de un reducido núcleo de tripulantes, pero con el tiempo se ha convertido en la ONG de los 26.000 empleados de Iberia, en el gran proyecto solidario de la propia aerolínea. Nació hace once años en la maleta de una azafata, pero hoy ya carga toneladas de fraternidad en aviones enteros y ha convertido las líneas de Iberia en rutas de solidaridad.

La ciudad de Lima, con cuatro grandes proyectos, se ha convertido en el destino con mayor atención de la ONG. La Ciudad de los Niños situada en Cono Sur, uno de los rincones más deprimidos de la capital, acoge a 520 menores. Mano a mano ha financiado la panadería con la que la que se abastece el consumo interno y se ingresan 2.000 dólares al mes con la venta, entre otros productos de panetones.

En la otra punta de Lima, la casa cuna Hogar Virgen del Puerto parece un oasis en medio de la favela Barrio San Juan del Lurigancho. Acoge a 170 niñas víctimas del abandono, el acoso de la guerrilla y los abusos. La ONG aporta cantidades de dinero que en su día fueron imprescindibles para levantar el centro igual que hoy lo son para su mantenimiento. Además aporta recursos para el taller de costura y la cocina de tamales con las que se consiguen ingresos adicionales. Mano a mano mantiene relaciones estables con varios centros sanitarios de la zona. El Hospital Nacional Cayetano Heredia de Lima o el Hospital Oncológico infantil Juan Manuel Márquez de La Habana, reciben de forma sistemática medicinas y equipos hospitalarios.

El la capital cubana La ONG sostiene cinco talleres de fin de semana donde reciben formación profesional unos 100 jóvenes. En barrio Quilmes a 30 kilómetros de Buenos Aires la ayuda de Iberia permite sufragar la enseñanza de 500 niños, mientras en Quito, Ecuador, el dinero y los envíos de Mano a Mano dan un respiro al Hogar del Niño San Vicente de Pau que acoge a 140 menores abandonados.

En Guinea Ecuatorial, el país donde surgió, Mano a Mano sostiene a base de becas, dinero y alimentos a cuatro colegios de enseñanza primaria, uno de ellos de niños discapacitados.

Una cadena de favores que nació en Guinea Ecuatorial

La fundadora y presidenta de Mano a Mano, María Alventosa, define la ONG como 'una cadena de favores'. El primer eslabón lo estableció ella misma hace 11 años en Guinea Ecuatorial. Iberia mantiene con este país una de sus contadas conexiones aéreas permanentes con el África negra y Alventosa, en su condición de tripulante de cabina (azafata) de la compañía, decidió utilizar su propia maleta de viaje como vehículo para hacer llegar medicinas a religiosos que mantienen proyectos solidarios en la ex colonia. Aquel primer eslabón de complicidades no ha hecho sino crecer hasta hoy.

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