Caruana prevé que siga recuperándose la inversión exterior en América Latina
El despegue económico que disfrutó América Latina el año pasado se cimentó en la inversión extranjera. Es por ello que la sombra que amenaza la continuidad de la recuperación es la disminución de la demanda externa. Esa posibilidad se apunta en el Informe Semestral de Latinoamérica del Banco de España, que dirige Jaime Caruana.
En el documento se recalca que la región disfruta ahora de las condiciones de financiación más favorables de los últimos años, pero, sin embargo, sigue sufriendo una elevada vulnerabilidad fiscal y financiera. Y cita dos dudas: que se mantenga la buena disposición de los inversores financieros extranjeros, y que se recupere la capacidad de atracción de la inversión extranjera directa.
La demanda externa fue la responsable de la reactivación económica que disfrutó la región, que dejó la tasa de crecimiento interanual ligeramente por debajo del 3% a finales de 2003. El año pasado se quebró la tendencia descendente de los flujos de capital a Latinoamérica, y las exportaciones se dispararon por encima del 11% en el tercer trimestre. Los factores que lo explican son la evolución favorable de las materias primas, el afianzamiento del crecimiento mundial y la debilidad del dólar.
Por el contrario, la aversión al riesgo y la percepción de la inseguridad jurídica e inestabilidad institucional estuvieron detrás del desplome entre 1998 y 2003. 'La prolongación de un positivo entorno externo y la recuperación del crecimiento en el área deberían contribuir a consolidar los flujos en 2004', señala la autoridad monetaria.
Con todo, aclara que ni siquiera en este contexto idílico es factible recuperar los altos índices de mediados de los años 90. De hecho, el FMI ha previsto un crecimiento moderado, entre el 10% y el 30%. Esta desaceleración se debe, según el Banco de España, a que han surgido otros destinos más atractivos (como China o Europa oriental), y a que 'el apetito privatizador de los Gobiernos se ha reducido'.