Telefónica ha cumplido sólo el 10% de la rebaja de tarifa exigida
Un 0,19%. Eso es lo que la rebaja de tarifas internacionales anunciada por Telefónica impacta en la cesta de precios regulados. Y la exigencia del Gobierno es un recorte del 2%, así que la operadora tendrá que aplicar casi la totalidad de las rebajas adicionales antes del 1 de noviembre.
La rebaja de las tarifas internacionales que entra hoy en vigor es sólo el primer paso, y más bien tímido, de los recortes que el Gobierno ha exigido hacer a Telefónica durante 2004. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) es la encargada de evaluar el cumplimiento de las obligaciones y ha dictaminado que las nuevas tarifas de larga distancia representan una rebaja de la cesta de servicios telefónicos del 0,19%, ni una décima parte de lo exigido.
Para llegar al 2% de bajada global del conjunto de tarifas obligatoria para este año, Telefónica tendrá que aplicar recortes mucho más intensos y en servicios -como el fijo a móvil- que tengan más peso en la factura de los ciudadanos. Todo apunta, sin embargo, a que la operadora apurará al máximo el plazo permitido -antes del 1 de noviembre- y retrasará todo lo posible las nuevas reducciones.
La estrategia que ha seguido este año Telefónica no es nueva. Tradicionalmente, el ex monopolio ha subido tarifas, en concreto la cuota de abono, nada más comenzar el ejercicio y lo ha acompañado de ligeras rebajas para que el aumento no fuera sólo. Los grandes descuentos se han producido siempre al final del periodo permitido.
En este caso ha sucedido lo mismo. Telefónica ha aprobado los descuentos internacionales para competir con los locutorios, pero sobre todo para acompañar a la subida de la cuota de abono, que desde hoy se encarece un 4,35% y costará 13,17 euros al mes. Los recortes de envergadura tendrán que esperar.
Una apuesta frente a los locutorios
Telefónica argumenta que la rebaja media del 2,15% en las tarifas internacionales se ha decidido con el pensamiento puesto en las necesidades y demandas de los usuarios, pero el cambio introducido va más allá y tiene como objetivo luchar contra el imparable avance de los locutorios y de las tarjetas prepagadas.Para sacar adelante su nueva estrategia, Telefónica ha tenido primero que cambiar su modelo de facturación, que ya no se hace por zonas geográficas sino por países. Una vez que se ha dado este paso, ya es mucho más fácil ajustar los precios de las naciones con más demanda y dejar otros inalterados. Y eso es lo que se ha hecho. La mayor rebaja se aplicará en las llamadas a la República Dominicana, que desde hoy son un 45% más baratas. También es importante la reducción a Ecuador y, en menor medida, las de Colombia, Polonia, Rumanía y Marruecos.El tráfico internacional es el que menos controlado tiene Telefónica y donde más cuota de mercado ha perdido. Y lo ha hecho no tanto a manos de sus competidores tradicionales, sino de los locutorios.