Un Murciélago a cielo abierto
Lamborghini lanzará tras el verano una nueva versión del poderoso Murciélago: el Roadster. Frente a sí, este súper descapotable tendrá al inalcanzable Ferrari Enzo, al Mercedes SLR y al Porsche Carrera GT.
Presentado en el último Salón del Automóvil de Ginebra, el Murciélago Roadster destapa el tarro de las esencias escondido en la versión cerrada cupé, al tiempo que reúne la mejor tradición italiana de las altas prestaciones a cielo abierto.
Diseñado por Lue Donckerwolke, el modelo ha sido desarrollado en paralelo a la variante cupé, por lo que no se trata de un mero recorte de capota. Su silueta, 70 milímetros más baja que la de su hermano de gama, exhibe las tradicionales, musculosas y desafiantes líneas propias de los modelos de la casa, en este caso singularizadas por elementos como las llantas de aleación, de diseño exclusivo y 18 pulgadas de diámetro. Lamborghini las combina con unos enormes zapatones.
Saldrá después del verano. Su precio no bajará de los 250.000 euros
Lleva arcos de seguridad escamoteables -saltan en décimas de segundo si los sensores detectan riesgo de vuelco-, mientras que el parabrisas y las ventanillas exhiben un diseño integral, como si de la visera de un casco se tratase. Por cierto, el capó delantero es practicable, y su apertura se realiza desde el morro del coche, igual que sucedía en el legendario Lamborghini Miura.
En cuanto al bastidor, tiene elementos de acero y carbono para compensar la menor rigidez propia de esta clase de modelos, y que es especialmente crítica al circular rápido sobre firmes que no se encuentren en perfectas condiciones. Otro tanto sucede con el chasis, propio de un automóvil de competición.
Por lo que se refiere al sistema de tracción, es total o a las cuatro ruedas, mientras que el cambio de marchas es de tipo manual, de seis relaciones. Va acoplado a la misma mecánica de la versión Murciélago cupé: un propulsor 6.2, de doce cilindros en V, atmosférico, que desarrolla una potencia máxima de 580 CV.
Sirva como referencia que la velocidad máxima de este auténtico monstruo del asfalto se sitúa en la barrera de los 330 km/h, mientras que la medición de aceleración es propia de una motocicleta japonesa de altos vuelos, pues detiene el cronómetro en el 0 a 100 km/h en algo menos de 4 segundos.
Como curiosidad, la marca ofrece la opción de adquirir un techo de lona, llamado R-top, especialmente recomendable para los días de lluvia (el Murciélago Roadster no tiene de origen capota alguna).
Nada se sabe de precios, pero es previsible que no baje de 250.000 euros, con todo competitivos a tenor de lo que muestra la exclusiva competencia que tendrá frente a sí, fundamentalmente constituida por criaturas como los Ferrari, Mercedes y Porsche más selectos y deportivos de la historia.