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CincoSentidos

El mítico Arnold Palmer, acusado de haber hecho trampas en 1958

El mítico Arnold Palmer, 75 años, ganador de sesenta títulos en el PGA Tour estadounidense y otros diecinueve más en el resto del mundo, incluidos el Masters de Augusta de 1958, 1960 y 1964, el US Open de 1960 y el British de 1961 y 1962, es acusado de tramposo por otra de las figuras de su época, Ken Venturi, en un libro que acaba de publicar en Estados Unidos titulado: Arriba y abajo: mis 60 años en el golf.

Ken Venturi, otra de las leyendas del golf, ganador del US Open, miembro del equipo norteamericano de la Ryder Cup, capitán de la formación de Estados Unidos en la President's Cup, escogido en varias ocasiones jugador del año de la PGA en una votación realizada por sus propios compañeros y analista de golf de la cadena CBS en los últimos 30 años, ha destapado la caja de los truenos.

'Nadie, ni Palmer, es tan importante como el juego', dice Venturi para justificar su denuncia 46 años después de que Arnold Palmer consiguiera ganar su primera chaqueta verde en el Augusta National Golf Club en 1958. 'Creo sinceramente que infringió las reglas y que él sabe que lo hizo', afirma Venturi, ganador del US Open de 1964, y autor de un libro que comienza a levantar todo tipo de comentarios y no precisamente favorables para el autor de la denuncia. El portavoz de Palmer, Doc Giffin, afirmó que el implicado prefiere no realizar ningún tipo de comentario.

El gesto de Venturi, 73 años, no se ve como una iniciativa elegante, más bien todo lo contrario. ¿A qué viene ahora contar la anécdota decisiva que vivió con Palmer en la última vuelta el Masters de 1958? 'En aquel momento ya le dije que no estaba de acuerdo con lo que hacía. Al acabar le repetí que firmaba una tarjeta incorrecta'. Palmer lo negó y consiguió el título. Venturi afirma que ha callado durante todos estos años porque desde la CBS, donde realizaba su labor como analista de golf, se procuraba mantener unas buenas relaciones con los responsables del Augusta National Golf Club, por lo que no quería hacer nada que pudiera incomodar a la cadena de televisión con los rectores del club más exclusivo y famoso de Estados Unidos.

Todo se centra en la situación que se vivió en el hoyo 12 del recorrido, un par 3 situado en pleno Amen Corner de Augusta, cuando la bola de Arnold Palmer quedó semienterrada tras dar el primer golpe. El golfista solicitó al árbitro Arthur Lacey la posibilidad de dropar -acción de poner la bola en juego con la mano después de haberla levantado de acuerdo a las Reglas de Golf-, a lo que el juez se negó.

Ante esta decisión, Palmer anunció entonces que jugaba dos bolas. Con la primera hizo doble bogey y con la segunda logró el par tras aliviarse en contra de la recomendación del árbitro. Tres hoyos más adelante, Lacey le comunicó al jugador que contabilizaba el resultado que consiguió con la segunda bola, el par.

Venturi denuncia que el resultado que debía contabilizar en la tarjeta de su compañero de partido era el doblebogey inicial. En realidad se contravino la Regla 3-3. 'No lo dije entonces para no perjudicar mi imagen', dice Venturi, que mantiene que Bobby Jones y Clifford Roberts, cofundadores del Augusta National Golf Club, le dieron la razón años más tarde.

Desgraciadamente ninguno de los dos está con vida para certificarlo. En cualquier caso el resultado lo ratificó un árbitro y Palmer siempre contará con este respaldo inapelable, aunque fuera el juez quien se equivocara concediéndole un resultado que, tal vez, no le correspondía.

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