La UE responde al terrorismo con un impulso a la Constitución europea

José María Aznar llegaba ayer como presidente del Gobierno en funciones a la que previsiblemente será su última cumbre europea. En el ambiente flotaba la sensación de que su partida permitirá al Consejo Europeo avanzar en algunos de los capítulos en los que el Ejecutivo de Aznar había adoptado una posición más dura. José Luis Rodríguez Zapatero, tras su victoria en las elecciones del pasado 14 de marzo, indicó su disposición a negociar sin tabúes el proyecto de Constitución europea que Aznar se resistió a admitir en diciembre. El Gobierno irlandés, en su condición de presidencia de la UE, percibe ahora un clima favorable para reiniciar las negociaciones con la aspiración, incluso, de cerrar el acuerdo en junio.

No sólo la retirada de Aznar ha provocado este impulso al proyecto constitucional. Los atentados del 11 de marzo en Madrid también han animado a la mayoría de los países de la UE a dar una señal de unidad y de avance en la construcción europea.

El énfasis se pone en los títulos de la Constitución relacionados con Justicia e Interior, en las que se eliminaría el derecho de veto de los Estados. Entre ayer y hoy, los primeros ministros de la UE darán otro impulso a la agenda antiterrorista que pusieron en marcha en 2001. Se espera del nombramiento de Gijs de Vries como coordinador de la UE en esa lucha, y estará a las órdenes de Javier Solana.