Francia facilita la unión entre Sanofi y Aventis tras rechazar a Novartis
El Gobierno francés está decidido a defender la industria farmacéutica francesa, implicándose por segunda vez en menos de dos meses en la batalla que enfrenta a Sanofi-Synthélabo con Aventis. Después de que el ministro de Economía, Francis Mer, juzgara 'muy positiva' la oferta hostil lanzada por la farmacéutica francesa sobre el grupo franco-alemán, el ejecutivo de Jean-Pierre Raffarin no ha dudado en reiterar su rechazo a la entrada en la operación de Novartis como aliado defensor de Aventis.
La multinacional suiza hizo público hace dos días su interés por la farmacéutica franco-alemana, con dos condiciones: el consentimiento del consejo de vigilancia de Aventis y la neutralidad del gobierno galo, que hace sólo una semana dijo dedicar una especial atención a 'los movimientos que afectan a la industria farmacéutica 'interés nacional'. Pese a la exigencia del grupo suizo, fuentes gubernamentales reiteraron al diario Le Figaro su intención de 'hacer todo lo posible para que (la operación) no se lleve a cabo. No vamos a dejar a los suizos meter la mano en algo que nos ha llevado años construir'.
La virulenta reacción, que ayer no mereció ningún comentario adicional en la sede del Gobierno, en plena batalla electoral, alcanzó a otros miembros de su partido. Jacques Barrot, antiguo ministro de Asuntos Sociales, aseguró en una tribuna del diario Les Echos que 'la unión entre Sanofi-Shyntélabo y Aventis contribuiría a asegurar una presencia significativa de Europa en investigación médica'.
La encendida defensa gubernamental allana el camino a Sanofi para seguir adelante con la operación de compra de Aventis por más de 47.000 millones, una cantidad juzgada ridícula por la dirección del grupo franco-alemán. La incursión del Gobierno galo llega en un momento de fuerte presión sobre Sanofi, al que el mercado reclama una revalorización de la oferta, petición que ha ganado fuerza tras la aparición de Novartis. Su persistente negativa a aumentarla pareció invertirse hace unos días, cuando el presidente del grupo, Jean-François Dehecq, afirmó que, 'tras observar la realidad de los proyectos, el mercado será el que decida'. De confirmarse la advertencia de Novartis, que no parece haber obtenido satisfacción a sus demandas por parte del Gobierno galo, Sanofi cuenta con mayor margen.
El Ejecutivo apela a la seguridad pública en su defensa de la unión Sanofi-Aventis. En su intervención, sólo cinco días después del atentado de Madrid, Jean-Pierre Raffarin subrayó el potencial científico de Aventis y la importancia de su investigación en 'la lucha contra el bioterrorismo'. Los expertos afirman que la premisa podría servir al Gobierno para servirse del código monetario y financiero, que le permite oponerse o poner condiciones a cualquier inversión extranjera ajena a la UE que cuestione la sanidad o la seguridad públicas.