El secreto bancario llega a la Bolsa suiza
A contracorriente de la tendencia generalizada en Europa de incrementar la transparencia económica, Suiza no sólo ratifica su fe inamovible en el secreto bancario sino que pretende extender esta práctica a la negociación de acciones. Aunque en su fase inicial, la propuesta para reformar la Ley de bancos y cajas de ahorros ya está en trámite en el Consejo de Estados (el Senado). El Consejo Nacional (el Congreso) ya ha aceptado estudiar la iniciativa pero no ha fijado aún la fecha. Fuentes de la Bolsa de Zúrich señalan que la reforma 'será aprobada en los próximos cuatro o seis meses'.
'Es perfectamente lógico y deseable', argumentó el promotor de la iniciativa, el ministro de Finanzas, Hans Rudolph Mertz. La propuesta consiste en revisar el tercer párrafo del artículo 62 de Ley de Bancos y Cajas de Ahorros. Allí se especifica que 'la obligación de los bancos y cajas de ahorros de revelar a la Administración federal los datos de sus clientes sólo debe ser utilizada dentro del cuadro de aplicación de la ley. El secreto bancario debe ser respetado'. La reforma consistiría en añadir a esas obligaciones la negociación de valores mobiliarios.
Una práctica de hecho
El sector financiero gestiona un patrimonio de 2,5 billones de dólares
La iniciativa recorre todavía sus primeros pasos legales. Fue presentada el pasado 29 de septiembre, cuando Mertz era todavía senador. El Consejo Federal (el Gobierno) se declaró dispuesto a aceptar la moción el 26 de noviembre. No fue hasta el 2 de marzo cuando el Senado aprobó someter a estudio la reforma legal. Las entidades aún prefieren reservar su opinión, pero los pocos expertos que se pronuncian restan importancia práctica a la medida. 'No debería tener mucho impacto real, ya que actualmente la compra de valores se hace a nombre del banco por cuenta y riesgo del cliente', señalan los expertos de Commerzbank. 'Frente al operador, el único nombre que aparece es el del banco', precisan las fuentes.
El sector financiero es vital en la economía suiza. El negocio representa el 11% del PIB y genera 220.000 empleos en una población de 7,2 millones de habitantes. Las instituciones suizas gestionan un patrimonio de 2,5 billones de dólares, de los que el 56% pertenece a extranjeros.
Las expectativas despertadas con la moción pueden hacer remontar el vuelo a la maltrecha Bolsa suiza. El índice SMI sólo ha ganado un 0,4% en lo que va año y sólo 12 de sus 26 valores están en terreno positivo. La moción tiene todos los visos de ser aprobada. Un sistema democrático muy particular ha permitido que una amplia coalición de partidos esté al frente del Gobierno desde 1959. Los siete miembros que componen el Consejo Federal se turnan para ejercer la presidencia anual del poder ejecutivo. Los cuatro partidos del poder controlan la totalidad de los 46 asientos del Senado y 179 de los 208 escaños de la Cámara baja del Parlamento.
Eterno bloqueo de los paraísos fiscales
El enroque de Suiza es aprovechado con oportunismo por Bélgica, Austria y Luxemburgo, países comunitarios que mantienen estructuras de paraísos fiscales. Ya hay un acuerdo sellado para que estos países incrementen progresivamente la fiscalidad de los depósitos de ahorradores extranjeros a partir de 2005. La retención sería del 15% en los tres primeros años y llegaría hasta el 35% en 2010. Un 75% de la recaudación se remitiría a la Administración tributaria del país de origen del ahorrador. Pero estos países se niegan a firmar hasta que no que no se cierren las negociaciones fiscales con el Gobierno de la Confederación Helvética.El acuerdo con Suiza para armonizar la tributación de las ciudadanos procedentes de la UE curiosamente ya está cerrado. Sin embargo, el Ejecutivo suizo es especialista en dilatar las negociaciones. Berna vincula ahora la firma al levantamiento de determinadas cláusulas del Acuerdo de Schengen. El tiempo corre en contra de Bruselas: el 30 de junio es la fecha límite para que el acuerdo de armonización fiscal del ahorro sea ratificado por unanimidad.