Siemens planea trasladar 10.000 empleos a Europa del Este y Asia
Siemens se plantea la reducción de costes de producción con el traslado de 10.000 puestos de trabajo a países de Europa del Este y Asia, según fuentes sindicales. Antes negociará un plan de choque para ahorrar en sus plantas alemanas.
La cúpula de Siemens baraja la posibilidad de deslocalizar buena parte de las actividades que el grupo industrial tiene en Alemania. De llevarse a cabo, la decisión podría afectar a las áreas de telefonía fija, medicina, automatización y técnica de transportes. El número de empleados involucrados, según fuentes sindicales, alcanzaría la suma de 10.000 de las 170.000 personas que la firma tiene en plantilla en el país germano.
Los puestos de trabajo se repartirían entre centros de Europa del Este y Asia. El motivo esgrimido para el traslado, según ha informado el comité de empresa, es el recorte de costes. El colectivo de trabajadores ha aplazado hasta el 30 de marzo la emisión de noticias más concretas, pero ha trascendido que la dirección y el sindicato metalúrgico IG Metall discutirán la próxima semana fórmulas de ahorro para distintas plantas alemanas. De no obtener el éxito deseado, se iniciaría la búsqueda de países más baratos.
Las últimas acciones de Siemens en busca de mejorar sus resultados tuvieron eco la semana pasada. Su presidente, Heinrich von Pierer, anunció la intención de volver a la jornada laboral de 40 horas semanales, pero sin el pago de sobresueldos. Según la prensa alemana, la postura de von Pierer se produjo como reacción a los logros de los sindicatos del metal y de la electrónica. La negociación de sus convenios colectivos tuvo lugar en febrero y se saldó con aumentos salariales.
Los planes de Siemens conocidos ayer se suman a una decisión similar que atañe a su negocio de telefonía móvil. Y es que 2.000 de los 4.500 trabajadores de la división de infraestructura de redes cambiarán de lugar de trabajo. Su destino podría ser Hungría, lugar en el que Siemens pretende alcanzar 26 líneas de producción.
En los últimos tres años, los recortes han afectado a la firma alemana hasta motivar el despido de más de 35.000 personas. Fuentes oficiales del grupo han manifestado que el problema de los costes de producción no sólo afectan al negocio de la telefonía móvil, sino que alcanza, en general, a la fabricación en serie en Alemania. Y en este país tienen su puesto el 41% de los trabajadores del conglomerado industrial.
Otras compañías germanas que comienzan a mirar hacia el Este son el fabricante informático SAP, el proveedor de servicios postales Deutsche Post o el banco Deutsche Bank. Las tres entidades han encargado desarrollos de software en países como Rusia, República Checa, India o China.
Contratos en el sector energético
Siemens ha cerrado contratos en el sector de la energía por valor de 440 millones de euros. La división Power Generation ha ganado concursos para el mantenimiento de centrales de ciclo combinado en Alemania, Portugal y Emiratos Árabes. Los contratos tendrán una duración de entre 12 y 16 años. Esta división, que siempre ha sido una de las principales fuentes de ingresos de Siemens, ha sufrido una desaceleración desde que se desinflase el negocio de las turbinas de gas en Estados Unidos. Desde entonces, está redirigiendo su atención a servicios de mantenimiento.