Caruana cree que aún es pronto para evaluar el impacto económico del 11-M
El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad ante el ambiente de incertidumbre política y económica generado tras los últimos atentados terroristas.
El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad ante el ambiente de incertidumbre política y económica generado tras los últimos atentados terroristas.
Caruana recalcó que aún es pronto para evaluar el impacto económico que pudiera derivarse de la masacre de Madrid e insistió en que, en todo caso, la economía española 'está preparada para superar cualquier contratiempo, incluidos los efectos del atentado'.
'Aconsejamos mucha prudencia para hacer estimaciones. Todavía no hay indicadores fiables, por lo que debe pasar más tiempo para poder evaluar cualquier efecto y si éste perdurará en el tiempo', dijo ayer en el foro ABC, rodeado de empresarios y altos cargos de la Administración. Caruana remitió a la próxima reunión del consejo del Banco Central Europeo (BCE), del 1 de abril, 'en donde, con más tiempo, se podrá efectuar un primer análisis de lo sucedido, y siempre con carácter preliminar'.
'Los mercados financieros tienden a sobrerreaccionar ante estas situaciones'
'Por ahora, sólo contamos con el comportamiento de los mercados financieros, que tienden a sobrerreaccionar ante estas situaciones. Con el 11-S (atentados contra las Torres Gemelas), el índice Ibex cayó un 8% en los primeros días, caída que se redujo al 2% en un mes; con el 11-M, el descenso ha sido menor, del 5%', apuntó.
La coyuntura económica también es diferente. Hace dos años y medio, la economía mundial estaba en una fase de desaceleración generalizada. Ahora, el clima es de ligera recuperación en todas la regiones (EE UU, Asia y Europa).
Ante esta situación, Caruana apostó por mantener las previsiones actuales. 'No parece que se hayan producido cambios relevantes, más bien se mantienen las variables que indican que la economía española se mueve en un perfil ascendente en estos primeros meses del año, hacia un crecimiento del PIB del 3%', dijo. Ayuda a mantener esta situación, los bajos tipos de interés (2%, mínimo histórico) reinantes en la UE, que siguen cebando el consumo en España, y la estabilidad del empleo.
No obstante, los riesgos siguen centrados en la evolución de la zona euro en su conjunto, incapaz de alcanzar su crecimiento potencial del 2% en un breve plazo de tiempo. 'La endeblez de la inversión y del consumo europeo tiene su explicación en la falta de confianza de los agentes económicos en el carácter estructural de la economía. Por eso es fundamental seguir acometiendo las reformas anunciadas en las cumbres de Lisboa y Barcelona y no abandonar la senda del equilibrio presupuestario', señaló.
A su juicio, en estos momentos de política monetaria laxa (bajos tipos de interés) es necesario compensarla con una política presupuestaria 'ortodoxa', tendende al equilibrio, en un claro mensaje a países como Francia y Alemania, con graves problemas para mantener a raya sus déficit públicos.
Caruana apuntó otros riesgos para la economía europea y, por ende, la española, como el mantenimiento del precio del petróleo en niveles elevados (se encuentra ahora en torno a los 33 dólares el barril, por encima de las previsiones de la OPEP y de la de los principales Ejecutivos europeos). El Presupuesto español para este año fue diseñado con un crudo en torno a 25 dólares.
'Se necesita un patrón de crecimiento más diversificado'
A pesar del 'buen momento' que vive la economía española, Jaime Caruana dio un tirón de orejas al propio patrón de crecimiento, 'excesivamente basado' en el consumo y la construcción.España 'necesita un patrón de crecimiento más diversificado, en el que tenga un mayor protagonismo el sector exterior y la inversión productiva'. Para el gobernador del Banco de España, no es posible mantener por mucho tiempo el actual modelo, centrado en el gasto de las familias y el boom de la vivienda, sin que acaben surgiendo problemas de competitividad y productividad.Caruana reclama, sobre todo, mayores inversiones en I+D, tanto públicas como privadas y una mayor atención a las exportaciones, claves en uno de los países de la OCDE con mayor grado de apertura hacia el exterior.