Las emisiones de títulos de deuda autonómica no logran despegar
Cuando el ministerio de Economía difundió uno de los primeros anteproyectos de la entonces ambiciosa Ley Financiera, en febrero de 2001, la creación de un nuevo instrumento de deuda para que la banca refinanciara los créditos con las administraciones públicas generó muchas expectativas.
La idea era emular a mercados europeos, como Alemania, Francia o Luxemburgo, donde este tipo de títulos tiene bastante éxito entre los inversores institucionales. Y, por otro lado, facilitar en cierta forma una vía de endeudamiento respaldado por la banca a los ayuntamientos y comunidades autónomas, ya que la intención era que se convirtieran en títulos sobre todo los créditos de estas administraciones.
Al final, el texto aprobado presentó las cédulas territoriales como un vehículo para aumentar la competitividad de las entidades financieras. Las diseñó 'a imagen y semejanza' de las hipotecarias, títulos a los que las entidades están acudiendo de forma masiva tras el ritmo imparable de las hipotecas. Más de un año después de crearse, el resultado es pobre: sólo tres emisiones.
Suman 4.250 millones, poco en comparación con las emisiones de 5.000 millones en cédulas hipotecarias que hizo el Santander Central Hispano sólo el año pasado o con los 3.000 millones anuales que viene colocando el BBVA en el mercado también a través de cédulas hipotecarias desde 2002.
De momento, sólo el Banco de Crédito Local (filial del BBVA), líder en el sector de préstamos a administraciones públicas, el Santander Central Hispano y Dexia Sabadell Banco Local han emitido este tipo de bonos, por 1.500, 2.000 y 750 millones respectivamente, según los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El montante total supone sólo el 11,6% de los créditos contratados por las administraciones públicas.
Los expertos apuntan que estos títulos parecen tener un recorrido limitado, que explican por varios factores. Ángela Cruz, experta en este tipo de deuda en la agencia de calificación internacional Standard & Poor's llama la atención sobre la caída del crédito al sector público en los últimos años, salvo el repunte en 2003. La reducción del nivel de endeudamiento por parte de las comunidades autónomas, instigadas por el Gobierno a cumplir el déficit cero también ha contribuido a reducir los créditos.
'Hay demanda de estos títulos por parte de inversores institucionales europeos, pero con límites', señala Ángela Cruz.
Por otro lado, son pocas las entidades con una cartera de verdadero peso en el sector publico, copado por los bancos, ya que en general las cajas, salvo las grandes, suelen tener poco interés en este negocio.
'Hay demanda por parte de inversores europeos, pero con límites', según los expertos
Un mercado potencial que crece un 11%
La banca tiene la posibilidad de convertir en deuda el 70% de los créditos al sector público, pero prefiere, y así lo demuestran los datos de emisiones, optar por las cédulas hipotecarias, respaldadas por una cartera mucho más potente.El saldo crediticio con las administraciones públicas está a años luz del volumen acumulado en hipotecas, 36.603 millones (incluyendo a las financieras y el Instituto de Crédito Oficial) frente a los 474.690 millones en préstamos para compra de vivienda.Y precisamente este menor volumen también supone un obstáculo para dar vía libre a unas emisiones que en principio tienen más atractivo que otras, como las de deuda subordinada que resultan más caras para las entidades, según los expertos.Sin embargo, el mercado de créditos al sector público, tras unos años de crecimiento muy moderado e incluso retroceso (-6,97% en 2002) da señales de recuperación y muestra potencial. El año pasado creció un 7,5% y el alza interanual subió al 10,9% en enero, según los datos obtenidos en el Banco de España.