La tecnología evoca el pasado
Esta semana se han cumplido cuatro años desde que el Nasdaq alcanzó máximos históricos en 5.132,5 puntos. Cuatro años desde el estallido de la burbuja bursátil, del final de lo que se llamó la exuberancia irracional. Cuatro años, en definitiva, desde que comenzó una de las peores crisis bursátiles de la historia moderna, que tuvo como protagonista al sector tecnológico. Entre 1999 y 2000 todo lo que sonaba a nuevas tecnologías era sinónimo de éxito, y fueron muchos los fondos que nacieron al calor de una moda que había llegado para quedarse.
Cuatro años después son muchos los fondos tecnológicos que se han quedado en el camino, como muchas las compañías que han desaparecido en este periodo. Sin embargo, en los últimos meses de bonanza bursátil y tras un descenso del Nasdaq del 75% desde aquellos máximos, los valores tecnológicos han recobrado bríos desconocidos desde hacía años al hilo del optimismo reinante en el mercado y de unas valoraciones bastante menos caras que entonces.
'Las rentabilidades de los fondos tecnológicos están volviendo a acercarse a las cifras que tanto nos entusiasmaron antes del estallido de la burbuja', afirma María Folqué, directora de asesoramiento de Tressis.
Según los datos de Morningstar, los fondos que invierten en el sector de tecnología, telecomunicaciones y medios de comunicación acumulan una ganancia media del 4,8% en lo que va de año, que se amplía hasta el 5,1% en un horizonte de tres meses. Dentro del universo de fondos de esta familia los hay que ganan más de un 18%.
El sector tecnológico experimentó un fuerte rebote una vez finalizada la guerra de Irak, que se prolongó hasta los comienzos de 2004. El inicio de año no ha sido tan boyante y las ganancias de los índices, si las hay, son más bien modestas.
Es, sin embargo, un sector que los gestores miran con buenos ojos por su fuerte carácter cíclico. 'El sector anticipa un crecimiento mayor porque son compañías muy cíclicas', explica Jaime Hoyos, director de inversiones de Crédit Agricole Asset Management.
No en vano, es en los momentos de bonanza económica cuando las empresas acometen mayores inversiones en renovar sus equipos y programas informáticos. 'El gasto empresarial en tecnología será gradual, a lo largo de los próximos meses', vaticina Ramón Esteruelas, director de Clientes Institucionales de ING Investment Management.
Pero, a pesar de las perspectivas optimistas, los expertos recuerdan que no se puede comprar a cualquier precio. 'Por valoración en estos momentos no son excesivamente atractivas', sostiene Esteruelas. Para Jaime Hoyos es importante verificar qué PER (veces que el precio de la acción incluye el beneficio de la compañía) es el razonable, teniendo en cuenta que lo que mide este indicador se refiere a los beneficios futuros. 'El sector tecnológico está bastante más caro que el mercado. Ha subido más que el resto, aunque hay compañías rezagadas', sostiene.
Los analistas valoran de las compañías tecnológicas el fuerte proceso de reestructuración que ha llevado a cabo. 'El sector ya no es el mismo, y muchas de las estrellas de entonces se apagaron definitivamente', relata Folqué. Las que quedaron han atravesado una gran crisis, lo que quiere decir que el sector está bastante saneado y recuperándose de la infravaloración que llegó a alcanzar'.
La reducción de costes ha dado pie a una recuperación de los márgenes que ha generado bastante caja. Pero lo que queda ahora es que dé comienzo un crecimiento derivado del aumento de las ventas. 'Necesitamos asistir a un crecimiento de los beneficios para que el mercado siga subiendo y las valoraciones no sean tan elevadas', afirma Daniel Hemmant, gestor del fondos Mellon Global Innovation Portfolio. 'Lo ideal sería ver cómo los múltiplos decaen a medida que avanza el ciclo económico'.
Pero al margen de sus perspectivas, María Folqué advierte: 'Sigue siendo un sector arriesgado, muy arriesgado; y los inversores deberían haber aprendido a darle la justa ponderación en sus carteras'.
'Necesitamos asistir a un crecimiento de los beneficios para que los mercados sigan subiendo y las valoraciones no sean tan elevadas', afirma un gestor