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Energía

Las eléctricas, las más afectadas

El fin del veto político a fusiones y opas; cambios en leyes como la eléctrica, que no fueron consensuadas; aumento de la competencia y los compromisos de Kioto; éstos son algunos de los aspectos que afectan a las compañías energéticas españolas y que tanto analistas como afectados admiten que experimentarán cambios significativos. Y es que al ser compañías, más las eléctricas, muy afectadas por la regulación, se aplican en sus análisis internos para calibrar el impacto de la vuelta del PSOE al Gobierno.

Así, ya cuentan con otras conclusiones compartidas (también con los analistas), como es la intención del próximo Ejecutivo de potenciar la Comisión Nacional de la Energía, que asumirá las competencias en materia tarifaria. Y, aunque sólo sea como comentario, en el sector energético se reconoce que Gas Natural debería ser la empresa más satisfecha con el cambio; el veto de hace un año a su opa a Iberdrola no se habría producido en el nuevo contexto político, señalan los mismos medios.

Las compañías esperan con expectación conocer oficialmente quién será el responsables de la política energética y examinan pros y contras de nombres como Miguel Sebastián, Cristina Narbona. y José Montilla.

Ibersecurities, por su parte, indica que 'las incertidumbres de todo sector regulado ante un cambio de Gobierno son evidentes'. Y en su informe recuerda 'las críticas del PSOE a la subida de tarifas aprobada por el Ejecutivo del PP hasta 2010'. En este contexto, en el que incluye 'la patata caliente por el asunto de las emisiones de CO2', señala, respecto a Endesa, que le gustan más otras opciones en el sector, 'no sólo en España (como Iberdrola, que ayer lideró las subidas en Bolsa) sino también en Europa (Eon). En el informe se considera valor defensivo a Repsol, en parte por la evolución de los precios del crudo. Respecto a Gas Natural, destaca el apoyo que el nuevo Gobierno previsiblemente dará al gas y a los ciclos combinados en generación eléctrica.

Renta 4 analiza las declaraciones de Miguel Sebastián, previsiblemente ministro de Economía, respecto al sector energético, y concluye que es difícil que se produzcan grandes cambios regulatorios. Respecto al Protocolo de Kioto, que afecta más a Endesa y Fenosa, valora positivamente que Sebastián defienda que la asignación de derechos de emisión de produzca 'en un contexto de diálogo'.

Y Goldman Sachs considera que un compromiso entre el Gobierno de Zapatero y las eléctricas es probable y que ello permitiría no llegar a cambios radicales en la legislación.

'A nivel sectorial, no esperamos un incremento del riesgo regulatorio', señala Antonio Cruz-Román, analista de Banesto Bolsa, quien, asimismo, piensa que el Ejecutivo no va a 'desmarcarse de la práctica totalidad del sector empresarial español respecto a Kioto, excepto Iberdrola'. 'Pensamos que al final terminará por enfocar la aplicación del protocolo de una manera realista'.

Respecto a las renovables, el analista de Banesto Bolsa indica que el apoyo del PSOE 'es coherente con los actuales planes de desarrollo y fomento de estas energías especiales'. Por ello, Gamesa e Iberdrola serían las empresas más beneficiadas.

Pero además de esos aspecto más calientes o políticos, medios del sector eléctrico ahondan en otros temas que pueden ser revisados, como el sistema de retribución de los activos regulados, la formación de precios en el pool (mercado mayorista) de generación y la fiscalidad.

Por el contrario, aunque estas empresas no comparten la posición del PSOE respecto a la energía nuclear, muestran cierta tranquilidad, ya que esperan que se impongan las posiciones más pragmáticas en la sustitución gradual del parque nuclear. También subrayan que el PSOE ha defendido la revisión del pago de los CTC (costes de transición a la competencia), la ampliación de las interconexiones eléctricas y gasistas, y la eliminación del pago a las eléctricas por la garantía de potencia. ¡Y cómo no!, se recuerda otro polémico tema como la limitación del poder horizontal y vertical de las compañías en los mercados energéticos. Esto supondría, por ejemplo, controlar la cuota de un solo grupo en generación eléctrica, así como su capacidad para estar al mismo tiempo en esa actividad y en distribución. Y las compañías se preguntan si el nuevo Gobierno mantendrá la actitud contraria a la entrada de determinadas empresas extranjeras en el mercado español.

Respecto a las presidencias, los analistas no consideran probable que el Gobierno intente, aunque sea indirectamente, cambios en las empresas privatizadas.

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