EDP ultima la compra del 35% de EnBw en Hidrocantábrico
La salida del grupo alemán EnBw del capital de Hidrocantábrico está cercana. La compañía portuguesa EDP ha intensificado esta semana las negociaciones con la firma germana controlada por æpermil;lectricité de France (EDF) para comprarle su 35% de la eléctrica asturiana y llegar así hasta el 75% del capital.
Las conversaciones, según fuentes del sector, están pendientes de los últimos flecos y del beneplácito de Cajastur que, con un 25% del capital de Cantábrico, no ha mostrado, de momento, su intención de oponerse a la compraventa.
EDP, EnBw y la entidad de ahorro del Principado tienen un pacto de accionistas, firmado en 2001 y vigente hasta 2005, por el cual se comprometieron a no realizar movimientos en el capital sin que previamente se hubiera alcanzado un acuerdo entre las partes. Además se establecieron opciones de compra cruzadas sobre sus respectivas participaciones.
Las necesidades financieras de EnBw han provocado un acelerón en las negociaciones. La compañía alemana, que en 2003 registró unas pérdidas de 1.193 millones de euros, cerró el ejercicio pasado con un endeudamiento cercano a los 8.000 millones. Para paliar este lastre financiero, que se quiere reducir en 2.000 millones a finales de 2006, EnBw pretende ingresar, cuanto antes, del orden de 1.000 millones por su 35% de Cantábrico. Para fijar el precio se ha basado en los 3.000 millones de euros en los que se valoró la empresa en 2000.
Medios del sector afirman que la eléctrica asturiana ahora tiene una mayor tasación tras comprar al Gobierno vasco la mayoría de Naturcorp por cerca de 600 millones de euros por la vía de desembolso de dinero y la aportación de activos. La propia EDP afirmó recientemente que esta sociedad, que será el brazo ejecutor de todo el desarrollo de la estrategia en el negocio del gas de Cantábrico, tiene un valor cercano a los 1.000 millones de euros.
El problema del precio
Precisamente, el precio de la participación de EnBw en Cantábrico es lo que se está ahora discutiendo entre la firma alemana y la portuguesa EDP. La compañía presidida por João Talone, con un importante endeudamiento, quiere cerrar un acuerdo que no supere los 900 millones de euros.
De momento, en EnBw no tienen previstos esos ingresos dentro del plan de desinversiones que han diseñado para acabar con su abultado pasivo.
Las diferencias en la valoración no están suponiendo un obstáculo insalvable en la negociación. La principal traba está, en principio, superada. Cajastur, como consecuencia de los pactos de accionistas firmados, parece dispuesta a renunciar a su derecho de veto a un operación que modificará sensiblemente el accionariado en Hidrocantábrico. Esta concesión no le supondrá una pérdida de poder en el consejo de la eléctrica asturiana.
Cajastur tiene blindada su posición. Entre los acuerdos sellados por los accionistas de Cantábrico posteriormente a los movimientos convulsos de 2000 que vivió la eléctrica asturiana cuando cotizaba en Bolsa (ofertas, contraofertas, compras fuera de mercado, etc.) se encontraban, sin fecha de caducidad, garantías para los propietarios del capital en materia de control, de gestión y derechos de voto. Así se pactó que si uno de los actuales socios redujera su posición hasta un mínimo del 10%, tendría los mismos derechos.
Por su parte, EDP ha puesto la mirada en la Bolsa para resarcirse del pago al grupo alemán. Su objetivo sería volver a colocar en los mercados a la eléctrica asturiana y recuperar el precio a pagar por tener un 35% adicional a través de una oferta pública de venta, que incluso podría reportar plusvalías.
Las cifras
900 millones de euros es la cantidad que el grupo portugués quiere pagar por la participación en manos alemanas.75% es el porcentaje que alcanzará EDP en el capital de Hidrocantábrico si cierra la compra de la participación de EnBw.8.000 millones Monto de la deuda de EnBw que quiere reducir a 2.000 millones.
Se acerca la vuelta a Bolsa de la asturiana
EDP tiene bien definida su estrategia para comprar la participación de EnBw en Cantábrico con el objetivo de ganar cuota de mercado en la península Ibérica. La operación le va a suponer un importante desembolso y la caja no está para demasiadas alegrías. Su ratio de endeudamiento está por encima de las compañías eléctricas españolas y su tamaño muy por debajo.La firma portuguesa pretende aplicarse en esta tarea. Fuentes del sector afirman que, en principio, no lo tendrá difícil. El pago por la participación de EnBw se puede compensar con una oferta pública de venta que devuelva a los mercados de valores las acciones de Cantábrico, unos títulos que abandonaron el parqué hace casi dos años.En 2001, los dueños del capital de Hidrocantábrico se juramentaron, primero para dejar la Bolsa, y después, para habilitar la posibilidad de retornar a ella después del 31 de diciembre de este año, previa petición de alguno de los accionistas.