El jefe del espionaje europeo acusa al Gobierno de presiones
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sospechó desde el primer día que los atentados podían ser obra de terroristas islámicos, según los documentos desclasificados el jueves por el Consejo de Ministros; pero el Gobierno siguió apuntando públicamente a ETA. El responsable del Centro de Inteligencia Estratégica y Seguridad Europea, Claude Moniquet, llegó a asegurar ayer que incluso el CNI 'fue obligado a mentir por el Gobierno español a sus colegas de otros servicios, gente con la que trabajan muy estrechamente'. En una entrevista a La Voz de Galicia, Moniquet desvela que más adelante, cuando pudieron hablar más 'libremente, sin tanta vigilancia', les reconocieron que siempre sospecharon del terrorismo islámico.
Moniquet es muy crítico con el Ejecutivo español porque, a su juicio, puso en peligro al resto de Europa: 'Entre países que colaboran, si se dice algo tiene que ser verdad, no se miente'. La actitud del Gobierno de Aznar ha provocado un 'enfado terrible' en el resto de Estados, desveló el director de la organización, que también reveló que el ministro de Interior alemán está dispuesto a 'montar un buen lío' en el próximo Consejo de Ministros de la UE.
Rubalcaba también está seguro de que el CNI sospechó del 'radicalismo islámico' desde la misma mañana de los atentados, algo que no figura en los documentos desclasificados del Gobierno. Según el portavoz socialista, el PSOE contaba desde el 11-M con 'informaciones suficientes' de diferentes fuentes como para pensar que no era ETA la culpable.
Rubalcaba declaró que una de esas fuentes era el CNI, y aconsejó al Ejecutivo que no desclasifique sólo 'dos o tres papeles', sino todo el trabajo que los servicios secretos, Policía y Guardia Civil realizaron desde la mañana de los atentados.