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Consecuencias del 11-M

El Gobierno desclasifica informes del CNI sobre la masacre de Madrid

El Gobierno en funciones desclasificó ayer documentos de los servicios secretos para defenderr su 'honorabilidad' en la gestión de la información tras los atentados del 11-M.

Se pueden perder las elecciones pero no la honorabilidad', declaró el ministro portavoz en funciones Eduardo Zaplana, quien considera que el Ejecutivo saliente ha sido objeto de 'falsas acusaciones que han superado todos los límites morales'. El ministro del Interior, Ángel Acebes, señaló que el primer documento desclasificado fue elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a las 15.50 del jueves, y en él se indica que es 'casi seguro que la organización terrorista ETA es la autora'.

El CNI apoyó su tesis en los precedentes inmediatos de esta organización terrorista: atentado fallido en el tren Madrid-Irún las pasadas Navidades, mediante maletas bomba, e interceptación de una furgoneta con 536 kilos de explosivo destinados a la estación de esquí de Baqueira-Beret.

'La magnitud del atentado, el más terrorífico y sangriento cometido por ETA, significa un importante cambio en la ejecución de las acciones terroristas: el carácter indiscriminado y la no recepción de aviso previo', escribe el CNI en el documento enviado al Gobierno.

La opinión trasladada por los servicios secretos al Ejecutivo el mismo día del atentado sostenía que con éste, ETA quería repetir la estrategia utilizada en el año 1997 con el secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco. En aquellos momentos, la banda atravesaba una difícil situación y quiso encontrar una salida generando una gran convulsión con el atentado contra el concejal del PP.

El CNI agregaba en este informe: 'La precaria situación de ETA y su entramado de apoyo puede explicar que hayan optado por un atentado de esta magnitud. Ni las próximas y multitudinarias manifestaciones de repulsa ni la difícil situación en que coloca a sus organizaciones afines son un impedimento para que la dirección etarra haya decidido materializar esta acción criminal (...)'. El informe del CNI hecho público por el Gobierno concluía que, 'con los datos disponibles hasta el momento, no puede afirmarse que alguna organización ligada a la Jihad Internacional pudiera ser responsable de la ejecución de estos atentados (...). Falta una de las huellas más significativas de este tipo de atentados: el terrorista suicida'.

Insistencia en la autoría de ETA

El ministro Acebes dio a entender que se basó en estos informes en un principio para dar cuenta a la opinión pública de las sospechas policiales. El jueves 11, día del atentado, responsabilizó a ETA de la masacre en dos ocasiones: a las 13.30 y a las 20.20. El viernes siguiente, a las 11.30 de la mañana, fue José María Aznar quien insistió en la autoría de ETA, a pesar de que la cronología de los hechos conocida ayer demuestra que la pista islámica era conocida por el Ejecutivo desde, como mínimo, el mismo jueves a las 15.30.

De esta cronología se deduce que la policía empleó siete horas, desde las 10.50 horas, en que se encontró la furgoneta abandonada por los presuntos terroristas en Alcalá de Henares, hasta las 18.00 horas, en que se reprodujo la cinta de audio encontrada en su interior, en acceder al contenido de la misma.

No obstante, desde primeras horas de la tarde el Ejecutivo ya sabía que la cinta contenía caracteres árabes, según la información confidencial distribuida por Acebes. Hasta las 20.10 horas Aznar no informó a los directores de los principales diarios del hallazgo de la furgoneta (10.50 de la mañana) y de la cinta en árabe. El presidente del Gobierno mantuvo en sus conversaciones la hipótesis principal de que ETA era la autora de la masacre.

Acebes siguió manteniendo públicamente esta tesis el día siguiente a los atentados pese al hallazgo del teléfono móvil que serviría de pista principal para la detención de los tres ciudadanos de nacionalidad marroquí y dos de nacionalidad india a los que la policía implica en la masacre.

Los documentos dados a conocer demuestran también la escasez de medios policiales. Ninguno de los técnicos en desactivación de explosivos pudo acudir a inspeccionar la furgoneta abandonada por los terroristas en Alcalá de Henares, pese a la solicitud cursada por miembros de la policía científica a la Sala del 091. En su lugar, enviaron a un guía-canino. Los funcionarios de la comisaría de Alcalá de Henares tuvieron que abrir la furgoneta con una palanqueta.

Eduardo Zaplana, sentado ayer junto a Ángel Acebes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, mantuvo: 'Desde el 11 de marzo el Gobierno ha comunicado toda la verdad, y a pesar de eso hemos sufrido continuas difamaciones y mentiras'.

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