El petróleo roza los máximos que alcanzó hace un año, en vísperas de la guerra de Irak
El secretario de la energía de EE UU, Spencer Abraham, ha admitido 'estar preocupado por los altos precios de la gasolina y el petróleo' y ha pedido contención en el consumo.
Abraham hizo estas declaraciones dos días antes del primer aniversario de la guerra contra Irak, que se cumple en la madrugada del 19 de marzo, y pone de manifiesto una realidad distinta a la prevista como resultado de la confrontación.
Ayer el precio del crudo brent era de 33,05 y el miércoles en EE UU el precio llegó a 38,18 el barril en el NYME (New York Mercantile Exchange), el más alto desde octubre de 1990. La gasolina ha subido en Estados Unidos un 15% en el año.
Los analistas esperaban que la subida que el petróleo experimentó semanas antes a la guerra en 2003, cuando se llegó a tocar el techo de los 40 dólares, durara hasta que se acabaran las incertidumbres.
Las expectativas pasaban por una rápida victoria, la consiguiente puesta en el mercado del petróleo del país invadido y la caída del precio. Pero esto no ha ocurrido y actualmente los precios rondan los alcanzados hace un año.
Además, la demanda ha crecido tanto en Asia como en EE UU, la situación política en Venezuela sigue presionando los mercados del crudo, y la OPEP mantiene su propósito de recortar producción el 1 de abril.
Industrias afectadas
Analistas como James Glassman, de JP Morgan, dicen que industrias como la del aluminio y las químicas, además del transporte, ya están sufriendo el alto precio del petróleo.
Precisamente ayer se hizo público que los precios pagados a los productores en EE UU habían subido un 0,6% en enero, fuertemente influidos por el alza de la energía aunque esta subida no se está trasladando en su integridad, y de momento, a los consumidores.
Pero esto también preocupa porque significa que el alza está presionando los costes de las empresas, algo que los analistas se temen que pueda afectar negativamente a las nuevas contrataciones en el mercado laboral, la asignatura pendiente de la recuperación económica en EE UU.
'Si en las próximas cuatro semanas no vemos una rebaja, se puede convertir en un problema para el consumo' y por ende para el crecimiento, cree Glassman.
Como consecuencia de todos esto, los inventarios están inusualmente bajos, a la espera de una mejor oportunidad de precio.
Los analistas creen que la subida de la gasolina va a continuar pasando de una media nacional de 1,72 dólares el galón a dos dólares en el próximo verano.