Ocio para toda la familia
Si por algo pasará a la historia la 28 edición de Expo Ocio es por haber coincidido con los atentados de Madrid. Ifema ha recibido críticas por haber mantenido las ferias cuando uno de sus pabellones, el 6, se utilizó en un primer momento (jueves y viernes) para albergar los cadáveres y hasta el lunes para devolver los objetos personales a los familiares.
La feria está marcada por el luto plasmado en los cientos de lazos negros que presiden la mayoría de los expositores repartidos por los cuatro pabellones que ocupa en los recintos feriales de Madrid. En los primeros días, la feria ha perdido parte del carácter más lúdico y festivo que caracteriza a este salón dedicado al ocio del gran público. En el primer fin de semana la afluencia de visitantes se redujo en un 65% respecto a las anteriores ediciones. El lunes, la merma se había reducido al 5% y el martes, a pesar de un sentimiento de consternación generalizado, recuperaba la normalidad de afluencia. Incluso la coincidencia de que mañana sea fiesta nacional y puente puede suponer que los visitantes lleguen a los 600.000 de años anteriores.
Al margen del luto, una edición más la feria vuelve a mostrar su imagen más familiar. Muchos globos, juegos y atracciones son reclamos para los más pequeños. Expo Ocio es una feria variopinta, como lo es el ocio. En sus pabellones se pueden satisfacer las aficiones más dispares. Paracaidismo, destinos turísticos, náutica, camping, golosinas, coches sin carné, espadas, masajes, cirugía estética... Incluso algunas cosas que uno podría preguntarse sobre su relación con el ocio. Y por otro lado, se echa en falta algunas actividades no presentes.
Pero como recalca Rafael García-Siso, director general de la feria, 'hay sectores que no quieren estar y otros en cambio hacen cola por coger sitio. Hay 60 peticiones para expositores que no podemos satisfacer', declara.
Los cuatro pabellones se quedan pequeños. El número 1 está dedicado a electrodomésticos, donde imperan las televisiones de plasma o el cine en casa, pero también aire acondicionado, cámaras de foto y vídeo, planchas, cocinas, lavadoras o sartenes.
El número 3 está lleno de decoración y muebles, pero también de piscinas e hidromasaje con decenas de chorros de agua. El 5 atraerá a los más viajeros. Camping y caravanas ocupan una buena parte. Claudio Blanco, director comercial de Ruta Caravaning, es un incondicional de Expo Ocio. 'Llevamos seis años y al sector le gusta esta feria', declara.
La comida también tiene su hueco. Numerosos stands muestran alimentos típicos regionales. Aunque también están las grandes empresas, como Nestlé donde numerosas personas hacen cola para degustar sus productos.
Vodafone y Telefónica aprovechan para mostrar prototipos de terminales UMTS y hasta el Ejército muestra su parte más amable. Eso sí, 'la palabra reclutamiento está prohibida', recalcan en el stand.
Entre cancelar o posponer la inauguración
Como dice Rafael García-Siso, director de la feria, cuando conocieron la magnitud de la tragedia de los atentados de Madrid 'entramos en crisis, pero cuando supimos que se había elegido el Pabellón número 6 de Ifema para identificar los cadáveres, entramos en colapso'. Y es que una feria dedicada al ocio y de claro carácter lúdico y festivo encaja mal con un luto nacional de la envergadura del que ha vivido España estos últimos días.El 11 de marzo la dirección de Expo Ocio se planteó varias alternativas: cancelar la feria, posponer la inauguración desde el sábado al domingo, o al lunes, o reducir al máximo todas las algaradas y actos lúdicos. Como declara García-Siso, consultaron con la dirección de Ifema (Expo Ocio está organizada por una empresa privada) para conocer la postura oficial. La respuesta fue que como independientes hiciesen lo que consideraran mejor, pero el consejo fue 'normalidad sin algaradas'. Así pues, la postura fue mantener la apertura el sábado, pero sin inauguración (en lugar de un acto a base de samba hubo cinco minutos de silencio) y cancelaron los actos más bulliciosos.Pero la decisión se complicó cuando supieron que se iba a utilizar el pabellón número 6 del mismo Ifema para trasladar los restos de los fallecidos en el atentado. 'Al principio se había elegido el pabellón de la Pipa en la Casa de Campo, donde no había feria, pero finalmente optaron por Ifema', declara el director de Expo Ocio.García-Siso expuso a la dirección de Ifema que no se podía inaugurar la feria mientras los cadáveres, y sobre todo los familiares, estuviesen en el pabellón de enfrente. Pero el viernes por la noche, se habían traslado a un lugar más adecuado para su identificación.Un solo expositor abandonó la feria y cuatro cerraron durante el fin de semana.
Las cifras
600.000 visitantes en las dos últimas ediciones. Cuando San José es fiesta hay 50.000 más. 65% de caída de visitantes durante el primer fin de semana por los atentados.512 expositores nacionales e internacionales en 50.000 metros cuadrados.